A la tercera va la vencida dice el refrán popular, y para Lula Da Silva, el regresar una vez más al Palacio de Planalto, en Brasilia, es, más que un logro, un reto enorme y, quizás algo peligroso.
Mario Beroes/El Político
El antiguo dirigente sindical, comienza hoy un gran reto a sus 77 años. Será por tercera vez en su historia presidente de Brasil aunque, en esta oportunidad, con grandes desafíos por delante.
En un guiño al mundo sobre su tendencia aperturista, el acto contará con la mayor representación extranjera vista hasta el presente en una investidura en el país. En total, estarán presentes delegaciones de medio centenar de países, entre ellos, veinte jefes de Estado y Gobierno como los de Argentina, Bolivia, Colombia, Chile, Ecuador, Paraguay, Uruguay, Alemania, Portugal, y el rey Felipe VI de España.
Muchos de ellos, incluso, mantendrán encuentros el lunes, en una clara señal de restablecimiento de las relaciones bilaterales.
El mismo presidente, pero no el mismo país
Quizás sea este tercer período presidencial el más decisivo y difícil en su carrera política.
Da Silva sabe que el Brasil que va a gobernar no es el mismo de sus anteriores períodos, ni en lo económico y menos en lo social.
Que la historia lo recuerde en positivo va a depender de lo que haga o no haga durante los próximos cuatro años. Los retos que enfrentará a partir del lunes son enormes.
El presidente saliente, Jair Bolsonaro, deja tierra arrasada en cuestiones tan importantes como la convivencia política, la calidad democrática, la relaciones internacionales o la lucha contra el cambio climático.
La mayor democracia de América Latina carga, además, con el lastre de una economía que no crece lo suficiente y suma cada vez más pobres. Más de 30 millones de personas pasan hambre en Brasil y dependen de la ayuda del Estado para vivir.
19 jefes de Estado y 120 representantes
19 jefes de Estado participarán de la ceremonia de posesión de Luiz Inácio Lula da Silva, a los que se sumarán representantes de 120 países.
Estarán en Planalto la mayoría de los presidentes de Sudamérica. Faltará Nicolás Maduro, pese a ser invitado por Lula.
El Gobierno de Bolsonaro revocó la prohibición de ingreso al país que pesaba sobre el venezolano, pero esta mañana la cancillería brasileña confirmó que no habrá viaje desde Caracas a Brasilia.
En su lugar, estará el presidente de la Asamablea Nacional, Jorge Rodríguez..
La lista de invitados incluye a los presidentes de Argentina, Alberto Fernández; de Colombia, Gustavo Petro; de Chile, Gabriel Boric, de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, o de Alemania, Frank Walter Steinmeier y el rey de España, Felipe VI.
Mais de 120 países estarão representados na posse no dia 1º de janeiro. O Brasil está voltando para o mundo! #EquipeLula https://t.co/VDADYQQ0Dl
— Lula (@LulaOficial) December 26, 2022
Bolsonaro se despidió de Brasil
Quien no estará presente, sin embargo, será el presidente saliente, Jair Bolsonaro, quien no cumplirá con su tarea de traspaso de la faja presidencial.
El equipo de transición mencionó la posibilidad de que quede en manos de un grupo de personas que simbolizarán la “diversidad del Brasil democrático”.
El dirigente militar aún no reconoce la victoria de Lula en los peleados comicios de octubre que lo dieron perdedor por una estrecha diferencia de menos de dos puntos y con 58,2 millones de votos, más de los conseguidos cuatro años antes.
El último viernes, luego de más de 60 días de silencio casi absoluto, se despidió de la Nación en un mensaje emitido en vivo por sus redes sociales y pidió a sus seguidores que mantengan una oposición dura al “comunismo” de Lula.
Momentos más tarde, abandonó el país rumbo a Estados Unidos donde, según informan medios locales, permanecerá unos tres meses.