Cuatro hijos de inmigrantes mexicanos apostados en National City, California fueron víctimas del destino al quedarse sin sus padres, quienes quedaron arrestados por inmigración.
El pasado 23 de mayo Francisco Duarte fue interceptado por agentes de Patrulla Fronteriza cuando salió como todos los días a comprar el periódico en una tienda cercana.
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Su esposa Rosenda Duarte también fue detenida cuando salió a ver lo que pasaba ante la mirada atónita de sus dos hijas más pequeñas, quienes tomaban el desayuno antes de ir a la escuela.
De la noche a la mañana, los hermanos Francisco, Luis y las gemelas Aracely y Yarely, de 19, 17 y 12 años, respectivamente, quedaron desamparados. Sin embargo vecinos de la ciudad han colaborado con más de 60.000 dólares para los gastos legales y hogar de los chicos.
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Sus padres llegaron de México hace veinte años y no tienen antecedentes criminales, contaron. Desde entonces, la familia se dedicó a vender paletas de hielo por las calles del condado de San Diego.
Francisco y Rosenda Duarte continúan bajo custodia de autoridades federales, en espera de tener audiencia ante un juez.
Hasta ahora están siendo asesorados legalmente por Manuel Duarte, abogado y sobrino de los detenidos.
EFE