"Diputados del Frente Amplio aprobarán por unanimidad la Rendición de Cuentas 2015″. Así titulaba anoche su principal noticia el portal de la Presidencia de la República, saludando el acuerdo con los cuatro diputados "rebeldes" que aseguró los votos a la coalición de izquierda.
Punto final para uno de los desencuentros más extensos en el Frente Amplio: las manos de los 50 diputados se alzaron anoche tras más de una semana de tirantez para aprobar el nuevo artículo de la Rendición de Cuentas que redujo los recortes de gastos en la educación pública. El acuerdo vino con un compromiso del presidente Tabaré Vázquez, pese a que aún no se sabe exactamente de dónde saldrá el dinero para la educación y otros organismos.
De hecho, la discusión en la bancada frenteamplista desvió la atención de lo que para muchos es el corazón del proyecto la Rendición de Cuentas, ya que en las dos primeras jornadas de debate apenas se mencionó el ajuste fiscal que hoy miércoles terminará de ser votado y que espera sanción en el Senado.
El proyecto de ley de Rendición de Cuentas trae varios cambios tributarios como parte del paquete de ajuste fiscal: modificaciones en las tasas del Impuesto a la Renta de las Personas Físicas (IRPF), y también en el Impuesto a la Renta de las Actividades Económicas (IRAE), además de una rebaja adicional del IVA. Con eso, el gobierno prevé recaudar US$ 335 millones más.
La voluntad de los ahora exrebeldes diputados Gerardo Núñez del Partido Comunista, Darío Pérez y Sergio Mier de la Liga Federal y Carlos Coitiño/Luis Puig del PVP comenzó a minarse cuando sobre el mediodía de ayer el prosecretario de Presidencia, Juan Andrés Roballo, y el subsecretario del Ministerio de Economía, Pablo Ferreri, trajeron a la bancada frenteamplista una propuesta del presidente Vázquez.
El fin de semana el presidente no se había mostrado tan partidario del diálogo: el viernes envió un mensaje a la bancada diciendo que el acuerdo se había "violado.
La propuesta presentada ayer por Roballo y Ferreri consiste en aprobar el artículo 6º que sustituyó al original del Poder Ejecutivo, que fija partidas de $ 860 millones en 2017 para la Universidad de la República (Udelar), la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), Hospital de Clínicas, Universidad Tecnológica (UTEC) y Administración de Servicios de Salud del Estado (ASSE), y formar un ámbito de negociación con vistas a conseguir, por fuera de la Rendición de Cuentas, el resto del dinero hasta los $ 1.500 millones, que era el monto previsto para esos organismos el año próximo en el Presupuesto. Es decir que este acuerdo no será modificado por el Senado.
En el proyecto de Rendición de Cuentas enviado por el Poder Ejecutivo, lejos de confirmar los recursos presupuestales votados en 2015, establecía recortes por $ 2.600 millones para esos organismos. Ese artículo 6º original fue eliminado en comisión, abriéndose la negociación que ahora fructifica y que dio lugar al sustitutivo por $ 860 millones.
Esos recursos adicionales que serán reasignados hasta completar los $ 1.500 millones se buscarán dentro de varias propuestas presentadas en estos días por miembros de la bancada oficialista, sin considerar, a su vez, unas iniciativas que la semana pasada el Partido Nacional había enviado al oficialismo. Entre lo que se considerará figura aplicar un impuesto elevado a los juegos de azar, o reasignar fondos presupuestales de varios ministerios.
Tras la reunión de la bancada con los representantes del Poder Ejecutivo muchos cruzaron abrazos por haber superado el trance, pero los cuatro exrebeldes conservaron sus rostros adustos.
Roballo explicó que con los $ 860 millones que ya se aseguran para 2017 se cubrirán las necesidades completas de Udelar, UTEC, ASSE y el Hospital de Clínicas, y un porcentaje de lo que le correspondía a ANEP.
"Nos alegra un acuerdo así", reflexionó Roballo, aunque su optimismo contrastó con otras actitudes. El diputado Núñez (PCU) manifestó que tiene "confianza" en "la palabra del compañero presidente". Pero Darío Pérez (Liga Federal) no mostró tanta certeza. "El compromiso del presidente destrabó la situación, pero veremos qué pasa. A mí ya no me cumplieron cuando me pidieron que votara la ley de marihuana. Se me dijo que habría una serie de contraprestaciones y nunca aparecieron", admitió Pérez.
Desde la oposición se miró el vaso medio vacío. Tras el acuerdo en el Frente Amplio varios diputados comentaron que "todos juntos van a levantar la mano para sacarle $ 650 millones" a la educación pública.
Un debate aparte de Bianchi con la bancada frenteamplista.
En el curso del debate, la diputada nacionalista Graciela Bianchi (Movimiento Todos del senador Luis Lacalle Pou) encendió la polémica cuando anunció su propósito de interpelar a la ministra de Educación, María Julia Muñoz, por los resultados educativos del presente. "Quiero saber qué hicieron con los US$ 1.000 millones de este Presupuesto y qué hicieron con los US$ 1.000 millones de antes. Nada", afirmó Bianchi.
Cuando fundamentó lo hizo diciendo además que los gobiernos progresistas "golpean la democracia". Primero le respondió el socialista Roberto Chiazzaro, quien le pidió "corrección". Además el diputado del MPP Alejandro Sánchez le exigió al presidente de la Cámara, el nacionalista Gerardo Amarilla, que encauzara el debate.
Alfredo Asti, de Asamblea Uruguay, lo tomó más a broma, al afirmar que hubo una "avant- première" de Bianchi sobre la anunciada interpelación a la ministra Muñoz.
"Acá no hay diputados rebeldes, lo digo pa-ra la prensa. Somos todos díscolos", sostuvo por su parte el frenteamplista José Querejeta, de la Lista 711 del vicepresidente Raúl Sendic.
Con información de El País