A medida que se acerca el 7 de noviembre, Daniel Ortega se envilece cada día más, y no quiere ningún competidor para las elecciones presidenciales. Mientras más se acerca el 7 de noviembre, el régimen sandinista persigue más y más a la oposición. ¿Cómo pone a prueba Daniel Ortega a la comunidad internacional? Encarcelando a quienes no piensan igual que él.
El Político
Ya no hay nada que ocultar en Nicaragua. Daniel Ortega arremete sin piedad contra todo lo que huela a cambio. Hasta este 23 de junio ha detenido a 13 opositores políticos, incluyendo candidatos presidenciales y algunos guerrilleros, camaradas del sandinista en el poder.
Con cinco de sus más fuertes competidores detenidos, Daniel Ortega pone a prueba los “límites” de la respuesta internacional, comentarios diversos especialistas consultados por la Voz de América.
Ortega conoce muy bien la presión extranjera: declaraciones, resoluciones de organismos, protestas y hasta sanciones a él y su núcleo más cercano.
No obstante, aún le falta experimentar una: el impacto que pueden generar las sanciones dirigidas al sector económico, una vía que impulsan legisladores estadounidenses y que lamentablemente -de llevarse a cabo- padecerá el pueblo nicaragüense.
¿Cuáles son las opciones de sanciones a Nicaragua?
Una comisión bipartidista del Senado presentó varias opciones a la administración de Biden.
Este grupo de legisladores revisó la participación de Nicaragua en el Acuerdo de Libre Comercio entre Centroamérica y República Dominicana y "utilizar las herramientas disponibles", entre ellas la ley Nica Act, aprobada en 2018, para sancionar a individuos y sectores de la economía de Nicaragua, destacó Voz de América.
Una estrategia similar ha sido aplicada al régimen de Nicolás Maduro, en Venezuela, sin alcanzar los resultados esperados hasta el momento. Solamente ha empobrecido más a los ciudadanos del otrora país petrolero, mientras la cúpula chavista en el poder sigue disfrutando del dinero del erario público.
“Nicaragua no es Venezuela"
Cynthia Arnson, directora del programa de Latinoamérica del Centro Wilson, con sede en Washington, declaró:
“Nicaragua no es Venezuela. No tiene petróleo, es un país mucho más pequeño, mucho más dependiente a la economía internacional para sobrevivir", aseveró Arnson a Voz de América.
"Si Nicaragua es expulsada del Tratado de Libre Comercio, si no hay préstamos de los bancos internacionales, va a ser muy difícil para Daniel Ortega sobrevivir", aseguró Arnson.
Sin embargo, advierte sobre el efecto "muy negativo de las sanciones: principalmente sobre la población nicaragüense y no sobre el régimen en sí mismo".
Arnson cree que Ortega arresta a la oposición porque "confianza de que los Estados Unidos y los otros actores no tienen la fuerza para decirle a él y Murillo que no pueden actuar de esta forma. En ese sentido es un desafío a toda la comunidad internacional, no solo a la Administración Biden".
Las sanciones de EE.UU. al régimen de Nicaragua
El pasado 9 de junio EE.UU. sancionó a cuatro individuos relacionados al régimen nicaragüense; ellos engrosaron la lista de más de 24 funcionarios castigados durante la administración de Donald Trump, explicó Voz de América.
Por su parte, el enviado especial del Departamento de Estado Ricardo Zúñiga. aseveró:
En estos momentos, el gobierno de Joe Biden analiza en consulta con el Congreso "las herramientas que existen ahora y que podrían existir para seguir presionando a Ortega".
Según el diplomático, las acciones de Ortega están por sí solas cerrando las opciones de inversión en Nicaragua. “No hay un ambiente propicio para la inversión, sus decisiones arbitrarias asustan a los mercados y a los inversores, tanto internos como externos”, destacó Zúñiga.
“la presión internacional no les importa” a la pareja Ortega-Murillo
Tanto la ONU como la OEA realizaron llamados al régimen de Ortega para que actuara con mesura; la respuesta fue una ola de represión. ahora hay más asedio y arrestos, incluso contra periodistas.
El exembajador nicaragüense ante la OEA, Edgar Parrales, indicó a Voz de América: Ortega "Subestima el poder de la diplomacia: le están diciendo al gobierno, sea sensato, ábrase al diálogo, si no aquí estamos".
La respuesta diplomática de Managua hasta ahora ha sido limitada. El gobierno sandinista considera las acciones de Washington y el llamado de la OEA como una "práctica injerencista" y "una violación de los instrumentos internacionales que rigen el derecho soberano de los Estados".
Un diálogo diplomático de alto nivel es visto como la solución más práctica. La ONU, por ejemplo, "podría enviar a un diplomático que intente negociar" con Ortega, con incentivos sobre la mesa, sugirió Arnson.
Por su parte, José Miguel Vivanco, director de Human Rights Watch, también considera que el secretario general de la ONU deberá "potenciar las acciones y presente esta situación ante el Consejo de Seguridad”.
Sin embargo, para Carlos Jornet, directivo de la SIP, “la presión internacional no les importa” a la pareja Ortega-Murillo y considera que la represión "no va a tener fin y se va a acentuar" a medida que se acerque la fecha de las elecciones de noviembre.
Un aspecto que preocupa a Filippo Grandi es que "las próximas elecciones pueden causar mayor agitación", así lo declaró en una entrevista con la VOA.
El informe más reciente de HRW indica que, "108.000 nicaragüenses se han visto obligados a huir de su país a raíz de la represión del gobierno en 2018″; agregó que la pandemia del Covid-19 ha exacerbado las vulnerabilidades y por ende la migración.