El máximo jefe de la policía y zar de la guerra contra las drogas, Genaro García Luna, durante el Gobierno de Felipe Calderón (2006-2012) en México fue declarado culpable por corrupción y vínculos con el narcotráfico en EEUU.
El Político
Dicha condena impacta de lleno a la política mexicana y abre la puerta a un terremoto que amenaza con sacudidas en todos los frentes.
Además es la primera condena en Estados Unidos contra un alto exfuncionario de México, según reportó ElPaís.
Condena de García Luna afecta en México
El histórico veredicto, que certifica que García Luna trabajó a sueldo para el cártel de Sinaloa durante más de 20 años, aumenta sobre todo la presión en torno al expresidente Calderón, cada vez más acorralado y con más dificultades para seguir sosteniendo que nunca supo nada de los negocios oscuros de su hombre de confianza.
Desde la otra orilla, en Morena no han tardado sin embargo en sacar la artillería colocando en la diana no solo a Calderón, sino también al anterior presidente panista, Vicente Fox, para quien también trabajó García Luna mientras con la otra mano ya había puesto en marcha sus tratos sucios con la mafia de Sinaloa
El fallo concede más gasolina todavía al discurso polarizador de López Obrador que reduce toda la oposición a un grupo indistinguible de corruptos. Una de las palancas que, en gran medida, le aupó al poder y que le sigue garantizando unos altos niveles de popularidad.
Múltiples consecuencias
Más allá de la batalla por el relato, otra de las consecuencias es el evidente daño a la imagen de las instituciones mexicanas.
Una mancha incrementada por el hecho de que otra vez han tenido que ser los tribunales estadounidenses los que han impartido justicia en caso de crimen organizado. Como máximo jefe de la seguridad mexicana, García Luna mantuvo además línea directa con EEUU como confidente y socio prioritario. Otro golpe al siempre delicado equilibro de poder y confianza sobre el que se sostiene la relación bilateral.
Desde la detención del exfuncionario hace más tres años en Texas, López Obrador ha buscado capitalizar el castigo estadounidense a la corrupción como una victoria propia. Una estrategia que contrasta con su defensa cerrada del general Salvador Cienfuegos, jefe del Ejército durante el último gobierno priista, y arrestado también al otro lado de la frontera por narcotráfico y lavado de dinero. Al Gabinete morenista no le importó entonces entrar al choque con la Casa Blanca y movilizó toda su maquinaria diplomática para lograr el traslado del exsecretario de Defensa a México, donde finalmente fue exonerado.
Postura de López Obrador
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, dijo a EFE este miércoles que la declaración de culpabilidad en EEUU de García Luna “ayuda a limpiar la corrupción” en el país, aunque “apenas es el inicio”.
“(El juicio) ayuda a seguir limpiando la corrupción en México. Desde luego falta más, esto es apenas el inicio, es una buena contribución, pero podría ser mayor el aporte”, aseguró.
“Lo que debe quedarnos como enseñanza es que nunca más se deben repetir estos hechos. La no repetición de la actuación de Gobiernos y funcionarios corruptos, el que no se vuelva a permitir la impunidad. Que podamos desterrar la corrupción”, insistió el mandatario.
El presidente aseveró que el juicio a García Luna exhibe la “decadencia” que imperaba en los Gobiernos anteriores.