En los últimos años Estados Unidos ha experimentado un aumento considerable en el consumo de metanfetaminas, un tipo de droga que durante mucho tiempo fue considerada de las clases bajas; pero que ahora está disponible en lugares donde nunca se había consumido en grandes cantidades.
El Político
Una investigación de InSight Crime explica cómo han cambiado los patrones de consumo de drogas en la región y el impacto en las organizaciones criminales.
Este trabajo destaca la investigación de Jon DeLena, un veterano agente especial de la Administración para el Control de Drogas (Drug Enforcement Administration, DEA) a cargo de la sede de la entidad en Nueva Inglaterra. Este funcionario asegura que el repunte de las metanfetaminas en el país nunca se había visto; también resalta el ingenioso método de distribución; a través de pastillas de Adderall.
Las alarmas de DeLena se encendieron tras el aumento de estas píldoras en poblaciones con pocos consumidores de metanfetaminas.
Alarmantes anuncios
El pasado mes de enero el funcionario manifestó su temor de que el consumo de heroína "sea como de ligas menores" comparada con esta droga. Por esa razón, en febrero fue lanzada la Operación Engage Manchester. El objetivo era asociarse con organizaciones comunitarias locales y otras partes interesadas para dar información sobre el fentanilo, un opioide sintético, y metanfetamina, en uno de los centros tradicionales de consumo de fentanilo en la región.
Posteriormente, en el mes de marzo, dijo en una rueda de prensa que el consumo de esas píldoras estaba apareciendo en toda Nueva Inglaterra; y especialmente en New Hampshire. "Estamos incautando estas píldoras en todos los rincones del estado. Son mortales, y tenemos que divulgar este mensaje", dijo en ese momento citado por InSight Crime. La incursión de esta droga en esa modalidad hace recordar la incursión del fentanilo en la región y su expansión en comunidades a través de varios productos farmacéuticos.
La tendencia tampoco muestra signos de desaceleración. Datos y entrevistas con expertos y organismos de seguridad de Estados Unidos señalados por InSight Crime revelan que Estados Unidos se ha convertido en la capital mundial del consumo de metanfetaminas.
El investigador de políticas de RAND Corporation, Bryce Pardo, considera que en Estados Unidos se descuidaron con el problema de las metanfetaminas por destinar los recursos y esfuerzos en los opioides. "Las sobredosis de metanfetaminas no son tan letales y no mueren tantas personas como con los opioides, que llamaron mucho más la atención”, dijo.
Aumento del consumo de metanfetaminas
Si bien no se tienen cifras exactas del consumo de drogas, por lo complicado de obtener los datos, de acuerdo un estudio de RAND Corporation realizado en 2019, existe una disminución del consumo de cocaína en los últimos años pero un aumento de más de 50% en el consumo de metanfetaminas.
El cambio en los patrones de consumo pueden obedecer a la caída del uso de cocaína y una mayor preferencia por las drogas sintéticas. Destaca, sin embargo, el ingenio de las organizaciones criminales mexicanas, que ahora producen metanfetaminas a granel utilizando una variedad de precursores químicos cuyo control es difícil.
Actualmente en la frontera suroeste con México, Estados Unidos incauta más metanfetamina que cualquier otra droga, excepto la marihuana. Las incautaciones de metanfetamina se han multiplicado por siete en los últimos ocho años, según estadísticas de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (US Customs and Border Protection, CBP) mencionadas por la DEA.
Los métodos de fabricación
De acuerdo con funcionarios de la policía estadounidenses, la metanfetamina se está produciendo en laboratorios y “súper laboratorios” en México, en los que la calidad ha ido a la par de la cantidad. La potencia y pureza de la metanfetamina incautada en Estados Unidos es de un promedio de más del 97%; frente al 90% de potencia y 96% de pureza que tenía el producto hace unos cinco años.
Las organizaciones también han cambiado los proveedores y productos químicos con el fin de despistar a las autoridades. Los grupos criminales producen la mayor parte de la metanfetamina utilizando lo que se conoce como fenil-2-propanona, o P2P. Hay dos métodos principales para producir P2P, y los investigadores afirman que los grupos criminales se manejan entre ambos métodos.
No queda claro tampoco el lugar donde las organizaciones consiguen los productos químicos para elaborar P2P. Algunas investigaciones mencionan a China como la fuente de algunas de las mayores incautaciones de precursores recientemente, y a México como el lugar donde se realizaron las mayores incautaciones. China e India también figuran como fuentes de precursores, pero funcionarios antidrogas contactados por InSight Crime dijeron que los productos químicos también provienen de muchos otros lugares, entre ellos Alemania.
Bandas criminales
Los carteles de Sinaloa y de Jalisco Nueva Generación, ambos grupos mexicanos, serían los que dominan el comercio de metanfetaminas. Sin embargo, las autoridades señalan que existen otras organizaciones criminales con laboratorios y capacidades de transporte cada vez más sofisticados.
Los nombres suelen ser cambiados, pero entre los que se conocen están Guerreros Unidos y Los Rojos, el Cartel del Norte y el Cartel de Juárez y La Línea. Los funcionarios y expertos antidrogas dicen que estos grupos pueden funcionar como marcas o como organizaciones criminales; esto implica que permiten diversos grados de independencia en su base, especialmente dado que las barreras de entrada son cada vez más bajas.
La producción de metanfetaminas indica la presencia de grupos de diferentes tamaños y sofisticación. De ellos, muchos pudieran estar produciendo la droga en grandes cantidades en el lado mexicano y pasándola a una gran cantidad de grupos de transporte y mayoristas en el lado estadounidense.
La ingeniosa distribución
Aparentemente, las organizaciones criminales aprendieron de experimentos con drogas anteriores como el fentanilo, que se camufla en falsas pastillas de OxyContin, Xanax o Percocet. Este mecanismo es relevante en el aumento de sobredosis de drogas y en la preferencia de los consumidores.
Según datos del Centro para el Control de Enfermedades (Center for Disease Control, CDC), el año pasado se registraron 16.167 muertes por sobredosis de metanfetaminas.
“Existen organizaciones de narcotráfico, carteles mexicanos, que están tomando la decisión comercial de fabricar pastillas, píldoras de Adderall, hechas solo con metanfetamina”, dijo DeLena durante la rueda de prensa.
El Adderall se utiliza en Estados Unidos para tratar el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), pero se suele abusar de esta medicina. Según dicen los agentes antinarcóticos, los grupos criminales que comercializan la metanfetamina parecen aprovecharse de numerosos mercados, incluido el mercado de opioides, y están utilizando las mismas redes de distribución bien establecidas para entregar sus productos.
Se trata de una combinación extraña pero mortal, responsable de un gran número de muertes relacionadas con sobredosis; tendencia que se observa en todo el país.