Los estadounidenses están recibiendo un curso intensivo sobre el límite de endeudamiento del país, mientras un enfrentamiento de alto riesgo en el Capitolio domina la atención nacional.
El Político
El Departamento del Tesoro anunció la aplicación de "medidas extraordinarias" para evitar que el país incumpla el pago de su deuda, tras haber alcanzado el límite de 31,4 billones de dólares fijado por el Congreso hace más de un año.
¡…un poquito más!
El Tesoro dijo que se espera que las medidas den al Congreso hasta al menos junio para llegar a un acuerdo para elevar el límite, que limita la cantidad de deuda que el gobierno puede asumir para cumplir con su gasto.
De esta manera se busca evitar lo que sería un primer impago de la historia; un resultado que los republicanos y los demócratas esperan evitar.
El portal The Hill, da a conocer 3 razones por las cuales el gobierno de Joe Biden está evitando a toda costa, caer en default o impago.
1- Los temores de recesión ya llevan meses discutiéndose entre economistas y legisladores, ambos preocupados por las continuas subidas de tipos de interés de la Reserva Federal en respuesta a la elevada inflación.
Pero la amenaza de una desaceleración drástica aumentaría exponencialmente si el país entrara en suspensión de pagos a finales de este año, afirman los expertos.
"Afectaría a los préstamos y empréstitos y a los mercados financieros", explicó el profesor de economía de la Universidad de Nueva York Mark Gertler, quien añadió que la combinación de menos préstamos y menos gasto desencadenaría una recesión.
2- La economía estadounidense también se desmoronaría al perder miles de millones de dólares en gastos federales que el gobierno ya no puede cumplir, incluidos programas cruciales de la red de seguridad social para millones de estadounidenses.
Nadie sabe a ciencia cierta qué obligaciones podrían quedar en el camino si el Tesoro es incapaz de cumplir todas sus obligaciones financieras.
Los republicanos han propuesto leyes para priorizar ciertas funciones como plan de emergencia. Algunas de ellas pondrían la gestión de las prestaciones de la Seguridad Social y los bonos del Tesoro a la cabeza de la lista, junto con los salarios de los militares y las prestaciones a los veteranos.
Pero eso no significa que todo el mundo cobraría, incluidos miles de empleados federales.
"Si el gobierno pudiera hacer eso legal y tecnológicamente, significa que más gente no recibiría lo que no está en esa lista", dijo Wessel, señalando los reembolsos del IRS que también podrían verse afectados por un impago, o incluso "pagar al FBI".
"Alguna obligación del Gobierno federal no se va a cumplir", añadió. "Y eso sería un hito y siempre plantearía la pregunta en el futuro: ‘¿Van a volver a hacer esto estos tipos?".
3- Repunte de los tipos de interés, donde los expertos advierten de que, en caso de impago, el país podría ver incrementados los tipos de interés de su deuda.
En la actualidad, los bonos del Tesoro de Estados Unidos se consideran uno de los activos más seguros del mundo, lo que confiere al gobierno una reputación de prestatario fiable a escala mundial.
Y esa reputación permite al gobierno pedir más dinero prestado para cumplir sus obligaciones financieras.
"A los estadounidenses nos beneficia que nuestro gobierno pueda gastar más de lo que ingresa para hacer todo lo que queremos que haga", explicó David Wessel, director del Centro Hutchins de Política Fiscal y Monetaria de la Brookings Institution.
Pero si el país incurre en impago, Wessel y otros expertos advierten que Estados Unidos sería visto como un prestatario menos fiable y tendría que pagar más por sus intereses.
La inflación podría bajar, pero a un precio muy alto y no de la forma que la mayoría esperaría.
Algunos dicen que los precios bajarían como resultado de una economía más lenta en tales circunstancias al debilitarse la demanda, pero no si ya se vieran obstaculizados por la escasez.
Los legisladores del Partido Republicano han prometido no votar a favor de elevar el techo de la deuda sin importantes recortes del gasto, a pesar de haber prometido que no dejarían que Estados Unidos entrara en suspensión de pagos.
Aun así, los republicanos todavía no se han unido en torno a ninguna propuesta para reducir la deuda federal y están discutiendo cuánto recortar el gasto en defensa, si es que lo hacen.
Al mismo tiempo, los demócratas han presionado en favor de un proyecto de ley limpio para elevar el límite de la deuda sin condiciones, acusando a los republicanos de mantener la economía como rehén de sus objetivos partidistas.
La batalla es una de las pruebas más importantes a las que se enfrenta este año el recién dividido Congreso.