Para el régimen de Nicolás Maduro, el oro venezolano, el que está en las bóvedas del Banco Central de Venezuela (BCV), como el que se extrae de manera ilegal desde el Arco Minero del Orinoco, le sirve a él y a sus secuaces para comprar lealtades de otros países y gobiernos.
Mario Beroes/El Político
En Miraflores se habla de la divisa con la que se compra lealtades, especialmente al dictador venezolano quien dirige con su familia y círculo de amigos civiles y militares cercanos, los destinos de Venezuela.
Bajo esa óptica, un panel de expertos reunido por el centro de pensamiento Chatham House, que está ubicado en Londres, observa la situación del país y el tráfico con el preciado metal.
¿Por qué es importante?
A juicio de David Soud, vocero del Centro de Energía Global del Atlantic Council, esa lealtad se obtiene repartiendo los beneficios de la producción del oro en el llamado Arco Minero del Orinoco, que representa más del 12 % del territorio nacional.
Según explicó el especialista, y reñan los medios de comunicación, el metal sale a menudo en forma de barras de doré (una aleación semipura sin refinar).
Luego pasa por diferentes países de tránsito como Surinam, Guyana, Colombia o Brasil, y alcanza destinos tan lejanos como Emiratos Árabes Unidos, India o Suiza y, posiblemente, Estados Unidos.
Según Soud, "la diferencia en la extracción ilegal de oro en Venezuela respecto a otros países vecinos es "la asociación entre el Gobierno y organizaciones criminales" nacionales y colombianas.
-La situación en Venezuela empezó a desarrollarse en 2011, cuando Hugo Chávez nacionalizó la industria minera y creó un vacío que llevó a la intrusión de criminales, pero fue en 2016, con la inauguración del Arco Minero, cuando se produjeron las condiciones que vemos ahora.
Conclusión
Todos los informes, desde la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) hasta la Organización de las Naciones Unidas (ONU), reflejan la implicación delictiva del Gobierno venezolano en la minería, sin contar el enorme desastre ecológico que supone esa actividad al sur del Orinoco.
Las organizaciones criminales están cada vez más interesadas en el oro para blanquear dinero. No es porque consigan grandes beneficios con él, sino porque les permite mover grandes cantidades por todo el mundo sin que nadie les pueda decir nada.