El Político.- Toda alimaña actúa en la penumbra y bajo las sombras. Así de simple. De noche, de madrugada o temprano en la mañana, el chavismo opera en horas donde casualmente actúan los hampones y la mayoría de las personas está descansando. ¿Estrategia o simple improvisación?, el daño es el mismo.
En un reportaje de Runrunes.es dan cuenta de todos los desmanes y decisiones “nocturnas” que han desconcertado a la ciudadanía en general.
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Y resalta, para más señas, que uno se levanta y la otrora Asamblea Nacional (AN) presidida por Diosdado Cabello nombró a unos magistrados “express”, abres los ojos y el vicepresidente de la República Tarek El Aissami está en el Palacio Federal Legislativo el 5 de julio, no te has cepillado los dientes y Leopoldo López ya está en su casa, luego de ser evacuado de la cárcel de “Ramo Verde” en una operación clandestina.
Desde la asonada militar aquel 4 de febrero de 1992, el chavismo acostumbra a actuar de madrugada para sorprender y en algunos casos desestabilizar a los venezolanos. En su defecto, el oficialismo ha optado por devaluar y arrojar medidas impopulares en vísperas de asuetos como Navidad, Carnaval y Semana Santa.
Hasta con la muerte del padre de la revolución venezolana, el régimen no ha sido transparente. Hugo Chávez se despidió en la rampa 4 del Aeropuerto Internacional de Maiquetia en diciembre de 2012, no sin antes mandar a sus seguidores a votar por Nicolás Maduro en caso de que algo fatal llegase a ocurrirle, y el ciudadano común y corriente no volvió a verle con vida.
Maduro y su comitiva se encargaron de hacer un “blackout” y le vendieron el guión a la gente de que Chávez regresó de Cuba consciente y lúcido. El “Comandante Supremo” aterrizó en el Hospital Militar de Caracas “Carlos Arvelo” un lunes cualquiera, sin previo aviso. Nadie (con excepción del círculo de poder bolivariano) lo vio, salvo una supuesta enfermera que supuestamente fue testigo de su llegada “caminando” al recinto de salud.
“Nos comunicó su felicidad por estar en la Caracas de su corazón, tuvimos hasta tres sesiones de trabajo, tomamos una batería de decisiones”, dijo Maduro en aquel entonces.
Curioso que el presidente que más exposición mediática ha tenido en la historia democrática en Venezuela no haya aprovechado esa energía que tuvo para conversar prolongadamente con sus pupilos para siquiera hacer un contacto telefónico con Venezolana de Televisión y profesar su doctrina socialista durante el padecimiento de la enfermedad en Caracas.
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Vía Venezuela Al Día