De cara a comicios presidenciales en Guatemala, Uruguay, Argentina y Bolivia, que se sumarán a los que El Salvador y Panamá celebraron este 2019 y otras elecciones de carácter municipal y regional que se efectuarán próximamente en Colombia, México y Ecuador. Expertos evalúan la intervención de Rusia en estos eventos.
El Político
Los especialistas tiene la atención en la Agencia de Investigación en Internet (IRA por sus siglas en inglés) empresa con sede en San Petersburgo, Rusia, que difundió información falsa en la elección de Donald Trump en Estados Unidos, durante el referéndum por el "Brexit" en el Reino Unido, las elecciones presidenciales en Francia, entre otras.
Como Rusia, Estados Unidos, China e Israel, son las potencias cibernéticas globales capaces de diseñar, preparar y lanzar ciberataques de todo tipo.
Dado su interés en la venta de armas o simplemente para contar con aliados que se unan a su oposición a Estados Unidos, Rusia ha evidenciado su preferencia a diferentes candidatos, partidos y proyectos en las elecciones latinoamericanas.
Venezuela, aunque no tiene previsto realizar elecciones es un ejemplo de esto, pues cuenta con el arsenal ruso más importante de la región y además tiene el apoyo económico, político y simbólico de Moscú frente a la crisis multisectorial que atraviesa el país. Nicaragua constituye otro "amigo" por lo tanto ha recibido el apoyo ruso frente a su campaña de represión.
En materia de influencia digital, para lograr incidir en el electorado a fin de forzar una decisión en las urnas de votación se inician "operaciones psicológicas y de explotación de plataformas de redes sociales para atizar y desacreditar a los candidatos contrarios al Kremlin", así lo afirma Alina Polyakova y Spencer P. Boyer en un artículo publicado en el think tank Brookings.
De acuerdo a estos expertos, Rusia usa campañas de desinformación, ciberataques, cultivo de aliados políticos y subversión política para dividir, desestabilizar y engañar a las sociedades democráticas, mediante "trolls" constituidos por personas que acosan, critican o antagonizan de forma provocadora y despectiva determinadas personalidades o contenidos.
O a través de "bots", cuentas que generan contenidos en forma automatizada y con gran capacidad de generar tendencias, siempre ligados a las "fake news" o noticias falsas.
Asimismo, el investigador británico Keir Giles señala que estas estrategias se derivan de la costumbre que tiene la Unión Soviética, para adoptar nuevas tácticas y técnicas para avivar el estado cambiante de los conflicto.
Giles añade que la adopción masiva de Internet en las últimas décadas ha perfeccionado las campañas de los rusos y otros países para atacar a los contrincantes.
Por ello, Estados Unidos ha emprendido una batalla contra las "granjas de trolls" y sin esperar lanzó un ciberataque contra la IRA, que dejó a la organización sin operaciones durante los comicios de 2018, según informa el Washington Post.
Al igual que IRA, es bien conocido que Rusia utiliza otras "granjas de trolls", solamente Twitter detectó 3.841 cuentas afiliadas a esta oscura empresa durante la campaña presidencial de Estados Unidos en 2016.
A propósito de esto, el periodista de la BBC, Dave Lee, aseguró que IRA robó identidades de ciudadanos estadounidenses en Twitter, Facebook e Instagram o utilizó cuentas anónimas para hacer circular información falsa en audiencias determinadas y estudiadas cuyo objetivo era generar discordia y mayormente rechazo a Clinton
Para ocultar su ubicación, IRA usó VPNs (redes privadas virtuales) y cuentas reales en PayPal que fueron robadas a estadounidenses. Luego que Trump ganó las elecciones, IRA se centró en producir conflictos entre los simpatizantes y opositores del actual presidente.
Fuente: Infobae