La decisión de Gran Bretaña de abandonar la Unión Europea provocó una fuerte caída de la libra esterlina. La pérdida de poder adquisitivo de los británicos preocupa a los profesionales del sector turístico, sobre todo en países como Francia, España y Portugal, en los que muchos pensionados del Reino Unido han escogido disfrutar su jubilación.
"Yo creo que, como la libra ha caído a niveles de 1985, el cambio a euros será menos favorable para los británicos, de manera que gastarán menos en España. Eso será negativo para nuestro país porque de los 68 millones de turistas que tuvimos en 2015, los que más nos visitaron venían del Reino Unido", comenta Rubén Samaniego, periodista especializado en economía y asuntos europeos.
La caída de la libra esterlina también preocupa a Joâo Fernandes, vice-presidente de la Junta de Turismo de Algarve. "Está claro que habrá un impacto para los países de la zona euro" , asegura.
Rumanía, país miembro de la Unión Europea, que aún no forma parte de la zona euro, también será afectado por la caída de la libra porque "los británicos que aprecian los paisajes y sobre todo los castillos rumanos, vendrán menos y gastarán menos" , estima Camelia Rosu, guía nacional de la Autoridad Nacional de Turismo de ese país.
Mijail, empleado del Museo de Historia de la muy turística ciudad de Sighisoara, en Transilvania, no cree que haya problemas: "Para empezar, creo en la democracia y respeto la decisión de los británicos. Además, ellos no tendrán ningún problema para obtener visa para cualquier país de la UE. La tendrán en cinco minutos" , afirma sonriente.
Los británicos adoran Rumanía, en particular uno de ellos
"El Príncipe Carlos de Inglaterra tiene una finca en Viscri, aquí en Transilvania. Financia programas para educar a los niños, integrar a los gitanos y preservar la artesanía regional. ¡Es un rumano más!" , exclama Mijail quien completa su salario vendiendo camisetas y objetos con la imagen de Drácula en la puerta del Museo de Historia de Sighisoara.
Dado que la telenovela Brexit acaba de comenzar, habrá que darle tiempo al tiempo para medir el verdadero impacto que la salida de Gran Bretaña de la UE tendrá en el turismo.