La 22 sesión de la conferencia de la ONU sobre el cambio climático (COP22) comenzó este lunes en la ciudad marroquí de Marrakech con un llamamiento a la "justicia climática" entre los pueblos.
La ministra francesa de Medio Ambiente y presidente saliente de la anterior cumbre climática de París, Ségolène Royal, anunció la apertura de los trabajos de la COP22 y subrayó que esta cita constituye una oportunidad "para inventar un mundo que viene y concretamente para conseguir una justicia climática".
Royal se congratuló de que a día de hoy cien países hayan ratificado el Acuerdo de París y llamó a los 93 que quedan a hacerlo antes de finales de este año.
La responsable francesa subrayó que esta cumbre también hará especial hincapié sobre el continente africano, que más asume los efectos del cambio climático pese a que a nivel mundial es un emisor casi insignificante de gases de efecto invernadero.
Tras inaugurar la cumbre climática pasó el relevo al nuevo presidente de la Conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático, el marroquí Salahedin Mezuar, todavía ministro marroquí de Asuntos Exteriores en funciones.
Mezuar subrayó que la cumbre quiere dar relevancia a los países más vulnerables al cambio climático y prometió que este foro demostrará que existen modelos innovadores de desarrollo sostenible capaces de desarrollar las economías de los países del sur.
"Si París dio al mundo un pacto que compromete a los gobiernos, Marrakech es una nueva sesión que abarcará a todas las partes para trabajar", sostuvo Mezuar quien se comprometió a reforzar un "diálogo abierto y transparente" con todas las partes a favor del clima.
El Acuerdo de París adoptado en diciembre de 2015 y ratificado once meses después por al menos cien países tiene como fin principal bajar el calentamiento global de la atmósfera muy por debajo de dos grados centígrados antes de finales de este siglo.
Más de 30.000 personas participan en la cumbre climática de Marrakech que durará dos semanas.
Con información de EFE