¿Puede decirse que la carrera del tenista serbio Novak Djokovic comienza a declinar? Para muchos es una pregunta algo difícil de contestar, y solo el tiempo podría decir si su decisión de no vacunarse puede generar consecuencias funestas en su itinerario deportivo
Mario A. Beroes Ríos/El Político
Con la decisión del gobierno francés, al cambiar o rectificar la decisión de que para participar en el Torneo Roland Garros, todos los que compitan tendrán que tener la pauta completa, igual que se exigirá al público y a los profesionales implicados, Djokovic ve como otra puerta se le cierra en la cara.
La rectificación llegó de la mano de la ministra de Deportes, Roxana Maracineanu, en la noche del domingo al lunes, horas después de que el Parlamento adoptara definitivamente el proyecto de ley que impondrá un certificado de vacunación para muchas actividades de la vida social, lo que incluye asistir a espectáculos deportivos.
La ministra aseveró en su cuenta de Twitter que "es obligatorio para entrar en los espacios ya sometidos el pasaporte sanitario en estadios, teatros o salones, tanto espectadores, como practicantes, profesionales, sean franceses o extranjeros."
Rectificación justificada
La ministra aprovechó para agradecer al movimiento deportivo su acción de "convicción de los últimos y pocos no vacunados" e insistió en que unos y otros tienen ahora intención de trabajar juntos para "preservar las competiciones" y promover el pasaporte de vacunación "a nivel internacional".
Había sido la misma Maracineanu, quien el 7 de enero, en pleno lío contencioso político y judicial en Australia por la presencia de Djokovic pese a su negativa a vacunarse, había señalado que el serbio sí podría participar en Roland Garros, programado entre finales de mayo y comienzos de junio.
El Gobierno francés, que hace una decena de días había señalado que el serbio Novak Djokovic podría participar en el torneo de Roland Garros aunque no estuviera vacunado, ha rectificado y avisa de que todos los que compitan tendrán que tener la pauta completa, igual que se exigirá al público y a los profesionales implicados.
La responsable francesa de Deportes argumentó entonces que Francia aplicaría una excepción a la obligación del certificado de vacunación a los deportistas en las competiciones internacionales, de forma que no se les aplicaría la nueva normativa francesa y podrían competir incluso sin estar inmunizados.
Lo justificó con el argumento de que en las competiciones internacionales rigen los "protocolos obligatorios impuestos por las federaciones" que, según dio a entender, estarían por encima de la normativa francesa.
Pero se cambió la ley
Hay que tener en cuenta que, a diferencia de lo que ocurre en Australia, para entrar en Francia no hay que tener la pauta completa de vacunación imperativamente.
Se puede llegar al país con un pasaporte sanitario que pruebe disponer de un test negativo en su lugar.
No obstante, el proyecto de ley sobre el certificado de vacunación que debe entrar en vigor a finales de esta semana (está todavía pendiente de un recurso ante el Consejo Constitucional), va a imponerlo para tomar algo en un bar o en un restaurante, para ir al cine, a un espectáculo o a un estadio, pero también para utilizar los transportes públicos de larga distancia (autobuses, trenes, aviones o barcos).
Tres años sin pisar Australia
El Gobierno australiano ha confirmado, a través de la ministra de Asuntos Internos, Karen Andrews, que el tenista no tendrá la opción de lograr un visado durante los tres próximos años. De esta forma se acaba la aventura del serbio en un ‘Grand Slam’ que ha ganado en nueve ocasiones, más que nadie en la historia del torneo.
Por su pare, el primer ministro Scott Morrison ha matizado las palabras de su colega y ha afirmado que "la sanción podría verse recortada si se dan las circunstancias correctas".
Eso pasa por vacunarse, algo que no contempla ahora mismo el jugador serbio. Asumirá, entonces, las consecuencias.
De hecho, uno de sus patrocinantes, la marca Lacostte, ha decidido revisar su contrato con el serbio.