Pese a las sanciones implementadas en su contra hace más de dos años, con el inicio de la "invasión a Ucrania, mercancía rusa sigue comercializándose por todo el continente europeo.
El Político
Los gobiernos de Reino Unido, Estados Unidos y otros Europeos, fueron los encargados de imponer las sanciones en contra del Kremlin, en cuanto a artículos de lujo. Incluyendo, la exportación y comercialización de todos los coches con un valor superior a 50.000 euros.
Las restricciones estaban dirigidas a la élite rusa. Buscando así la forma de debilitar y desacreditar a cualquier ruso o cómplice de Putin.
"Aquellos que sostienen la maquinaria de guerra de Putin ya no deberían poder disfrutar de su lujoso estilo de vida mientras las bombas caen sobre personas inocentes en Ucrania", declaró la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
Sin embargo, según fuentes internacionales, hay registros de que, desde el comienzo de la guerra en Ucrania, Rusia ha importado a través de Bielorrusia unos 1.000 coches europeos de clase premium por valor de más de 100 millones de dólares. Todo esto, sin importar las sanciones.
Entre los vehículos de lujo importados se encuentran un crossover Rolls-Royce Cullinan valorado en unos 630.000 dólares, un deportivo Ferrari SF90 Stradale valorado en 530.000 dólares y un Lamborghini Urus por 430.000 dólares, según informó el medio Insider.
Cuando inicio la "invasión" rusa a Ucrania, varias marcas lujosas de automóviles boicotearon a Rusia. Muchas de estas se retiraron del mercado, dejando este libre para marcas chinas.
Comercialización "ilegal"
Entre los países que se mostraron en contra de Rusia, Bielorrusia no está. Al ser este un sector donde las sanciones no aplican, la comercialización de artículos de lujo ha sido más sencilla.
Algunas empresas rusas están abiertas a la importación paralela, como el Grupo Avtodom, que fue uno de los primeros en empezar a traer coches europeos a Rusia. La compañía ha estado importando la mayor parte de sus existencias a través de Bielorrusia.
Rusia y Bielorrusia forman parte de la Unión Económica Euroasiática, por lo que no hay aranceles para el transporte de mercancías entre los dos países, según Insider.
Investigaciones arrojan que algunos de los mayores importadores de automóviles de Bielorrusia están conectados con agencias gubernamentales rusas.