El comandante del Ejército brasileño, general Eduardo Villas Boas, prevé que la crisis del país, que dijo ser política, económica y "especialmente ética", se agravará aún más en 2017, lo que, en su opinión, se reflejará en el presupuesto y en los salarios de las Fuerzas Armadas.
La previsión negativa fue incluida en el "Mensaje de Navidad y Año Nuevo" que el comandante del Ejército envió a los integrantes de las Fuerzas Armadas y a los militares en la reserva.
"Vislumbro para el año que se aproxima el agravamiento de las dificultades que actualmente asuelan al país, con reflejos negativos en nuestro presupuesto y en nuestros salarios", según el mensaje publicado hoy en la página oficial del Ejército en internet.
Villas Boas aclaró que tal previsión no mina su confianza en que "no nos alejaremos ni un milímetro de nuestra trayectoria rectilínea de servicios a la nación brasileña" y de que el Ejército atravesará la crisis "respetando y respaldando la Constitución, apoyado en la confianza que la nación deposita en su Fuerza Terrestre".
El general dijo que ya observó tal comportamiento en 2016, en el que fue su segundo año como máximo comandante del Ejército.
"En este año difícil, que está cerca de terminar, en medio de la persistente crisis política, económica y, sobre todo, ética, testimonié con satisfacción y orgullo su presencia (de los militares) efectiva, dispuesta y entusiasmada por todo el país", dijo.
Brasil enfrenta una grave recesión desde el año pasado, cuando su economía se retrajo un 3,8 %, el peor resultado en 25 años. Esa situación se mantuvo en 2016, para cuando los economistas prevén una contracción del 3,5 %.
De cumplirse tal pronóstico será la primera vez que el país encadenará dos años seguidos de crecimiento negativo desde la década de 1930.
La crisis económica obligó al Gobierno del presidente Michel Temer a poner en marcha un severo ajuste fiscal con el que congeló los gastos públicos por los próximos veinte años y recortó el presupuesto de la mayoría de los ministerios, incluyendo el de Defensa.
Además de la recesión económica y de los seguidos escándalos de corrupción que han salpicado a líderes políticos de todos los partidos, Brasil fue protagonista en 2016 de una grave crisis política que tuvo su ápice en agosto, cuando Temer asumió la Presidencia en el lugar de Dilma Rousseff, destituida por el Senado tras ser acusada de irregularidades fiscales.
Villas Boas ya se había pronunciado sobre la crisis política en diciembre del año pasado, cuando, tras la decisión del Congreso de abrirle un juicio a Rousseff, afirmó que los militares actuarían apegados a la Constitución y a las leyes en medio del proceso.
El comandante del Ejército dijo entonces que la institución tenía muy claro su papel en momentos de crisis "como el que estamos viviendo y que tiene tres componentes importantes, el político, el económico y el ético-moral, vinculados entre sí".
Con información de: EFE