La guerrilla FARC, la más antigua de América, proclamó su "adiós a las armas" tras más 53 años de lucha armada en Colombia, en un acto que para el presidente Juan Manuel Santos demuestra que la paz es "irreversible".
Adiós a las armas, adiós a las guerra. Bienvenida la paz", exclamó el líder de las FARC, Rodrigo Londoño, conocido como Timochenko, en una ceremonia en Mesetas, en el centro de Colombia, en la que se celebró el fin del desarme de unos 7.000 combatientes de esa guerrilla.
No le fallamos a Colombia, hoy dejamos las armas", agregó Timochenko en Mesetas, donde este grupo rebelde marxista, creado en 1964 tras una sublevación campesina, se consolidó e instaló su centro de operaciones.
Con la entrega de armas, Santos aseguró que ahora "los colombianos y el mundo entero saben que nuestra paz es real y es irreversible". "Es el fin de esta guerra absurda", agregó tras lo cual regaló a Timochenko una escultura de una pala con un mango de fusil de asalto ruso AK-47.