Soloen las ciudades para supuestamente arreglar lo que no funciona en las zonas rurales. En lugar de adaptar una estrategia de atención primaria al sistema, la reforma trata de adaptar todo el sistema a una estrategia de atención primaria. Una lógica extraña”.
Como todas las reformas planteadas por el Presidente, esta es otra oda al populismo que se estructura sobre la base de las esperanzas de una población desconocedor del tema de salud.
Un canto de sirena que no atiende a consideraciones de eficiencia ni de practicidad. Y que, en cuatro años, no arrojará sino desaliento en los estratos socioeconómicos más vulnerables que son precisamente a quienes pretende atender.