Julio Roberto Gómez, presidente de la Confederación General de Trabajadores, prevé protestas y manifestaciones populares de campesinos, profesores, camioneros y pensionados. Dice que este gobierno “se caracteriza por hacerle conejo a todo el mundo”.
La Confederación General de Trabajadores (CGT) es una organización integrada a nivel nacional por trabajadores de los diferentes sectores de la economía. Incluyendo trabajadores del petróleo, del sector bancario, el sector gastronómico y hotelero, los textiles, el comercio y la minería. Tenemos presencia en el sector público y aglutinamos a tres grandes organizaciones campesinas: Federación Agraria Nacional, Acción Campesina Colombiana y Nuevo Liderazgo Campesino. Además tenemos sindicatos de trabajadores del azúcar, las flores, el banano y la palma africana. Estamos presentes en todo el territorio colombiano y reunimos más de 700.000 afiliados en todo el país.
¿Cuál fue la postura de la CGT frente a la reforma tributaria?
Desde el principio, la CGT calificó la reforma tributaria como un paso inoportuno e injusto. Creemos que es inaceptable. Bastaría con establecer todos los controles para combatir la corrupción y nos hubiéramos ahorrado la reforma. Participamos en distintos movimientos en contra de la ponencia, hicimos lobby en el Congreso de la República, hablamos con muchos senadores de distintas corrientes políticas y, a pesar de que la mayoría decía que no iba a votar a favor, vimos cómo les dieron la espalda a los electores, traicionaron la voluntad popular y terminaron enmermelados o pagando favores políticos. El hecho es que aprobaron una reforma tributaria que vamos a sentir en todo su rigor en la vigencia del 2017.
En concreto, ¿qué impuestos afectan a la clase trabajadora?
Sobretasa en la gasolina, impuestos a las motos, que es el medio de transporte y trabajo de gente muy humilde, y el IVA del 16 % al 19 %. Creemos que es un castigo sin ninguna misericordia a la clase media. Nos deja sin ninguna buena perspectiva económica para este año.
¿Qué piensa de la decisión del Gobierno de aumentar, por decreto, el 7 % al salario mínimo?
Recordemos cómo Clara López, cuando era vocera de la izquierda colombiana, condenaba los incrementos en el salario mínimo legal por considerarlos injustos y fuera de contexto. En esta ocasión salió a defender el 7 %, pero ella y nosotros sabemos que el último ofrecimiento de los empresarios estaba en el 7,7 % . Nosotros no lo podíamos aceptar porque era aceptar la política de gobierno. La ministra es la primera que sabe que el aumento es una miseria para quienes tratan de sobrevivir con el salario mínimo, más aún cuando las reforma tributaria va a significar más o menos 2 puntos por encima de la inflación.
Ha dicho que 2017 va a estar cargado de movilización social. ¿Por qué?
Al hecho de arrancar 2017 con un incremento salarial miserable y de tener que padecer los efectos negativos de la reforma tributaria, se suma el incumplimiento del Gobierno a los compromisos establecidos con los camioneros, los campesinos, los pensionados, los profesores y los trabajadores informales. Por eso prevemos un año lleno de movilizaciones y protestas populares.
Entonces, ¿qué van a hacer?
Vamos a convocar a paro cívico, a paro nacional, a paro sectorial. Es la única forma de hacernos escuchar, de llamar la atención de un gobierno que en los escenarios internacionales dice una cosa pero acá hace otra totalmente distinta.
¿Cuáles son los motivos para que, por ejemplo, se movilice el sector camionero?
A los camioneros les han incumplido compromisos de desarrollo de políticas de control de precios para insumos de la industria automotriz. Además, los precios de los peajes, la calzada de los vehículos o el costo de la gasolina son cada vez más altos. Esto seguramente llevará a un paro del sector.
¿Y los campesinos?
Con el sector agropecuario ha sucedido algo similar. El Gobierno se comprometió a evitar el contrabando, a privilegiar el consumo de productos cultivados en Colombia, a bajar los precios de los abonos, pero nada de esto ha ocurrido. No hay políticas de Estado para beneficiar a los campesinos más pobres.
¿Y qué pasa con los pensionados?
Hay 2’185.000 pensionados que se sienten traicionados por este Gobierno y por el Congreso de la República. Cuando ya estaba aprobada la disminución de los aportes a salud del 12 al 4 %, todo se dañó. Es injusto. La Confederación Democrática de Pensionados asegura que sus afiliados están dispuestos a bajarse de sus mecedoras para salir a las calles a protestar por el incumplimiento de un gobierno que se caracteriza por hacerle conejo a todo el mundo.
¿Pasa algo similar con trabajadores del sector informal?
Nadie está en la calle expuesto al frío, al sol o a la lluvia por deporte. La gente está en la economía del rebusque porque no tiene otras oportunidades y el Gobierno no les ofrece garantías. La mayoría de los taxistas no tienen seguridad social, el gremio de la construcción también está en la informalidad. Todos estos sectores ven cómo su situación se deteriora día a día y no hay perspectivas a futuro. Por eso están dispuestos a protestar.
¿Cómo es la situación de los profesores?
La problemática del magisterio colombiano es muy grave. Los profesores siguen siendo afectados por fenómenos de persecución y violencia. Además, el reconocimiento de su labor es nulo. ¿Cuál es la política de incentivos para que los maestros tengan mejores condiciones de vida? Como decía Pepe Mujica: “¿Por qué un senador de la República gana más que un profesor?”. El modelo económico de este país es absurdo. No está hecho para la justicia sino para la concentración de la riqueza.
Con información de El Espectador