Antes de terminar este siglo habrá una fuerte caída en la población mundial cuyo impacto se sentirá en la economía. Hay muy pocos nacimientos, la tasa de fertilidad va en descenso. El colapso en la tasa de natalidad, advierte la revista británica The Economist, hará un daño similar al de la Peste Negra, pero no por muertes sino por falta de nuevas vidas.
El Político
Cada día hay menos embarazos. Los métodos anticonceptivos están en boga. Las parejas deciden no tener hijos y dan prioridad a su desarrollo profesional. La población mundial va en descenso. ¿Es bueno para el mundo? Paradójicamente, no es bueno. Se está creando un desbalance y las consecuencias se verán a finales de siglo.
De los muchos desafíos que la caída en los nacimientos presenta, con miras al futuro cercano en la economía mundial, el más evidente será lo difícil de mantener a los pensionados del mundo. Y es que a juicio de los expertos, no habrá quién mueva la economía.
Las personas jubiladas dependen del trabajo de la población activa. Eso no quiere decir que sean dádivas, ni que se deje de valorar la sabiduría, o los muchos años que trabajaron para jubilarse.
Pero en la seguridad social, por dar un ejemplo, las personas en edad productiva hacen aportes mediante impuestos y eso se destina al pago de pensiones, dice The Economist en el artículo.
Nacen muy pocos niños
Según datos de la revista británica, mientras que en el año 2000 la tasa de fertilidad mundial era de 2,7 nacimientos por cada mujer, hoy en día es de 2,3 y continúa disminuyendo.
La campanada de alarma ya está sonando, porque la tasa de remplazo con la que una población se mantiene estable es de 2,1 nacimientos. Si la natalidad continúa descendiendo habrá un desequilibrio. Tendremos cada vez más personas mayores y menos nacimientos, por lo que el mundo podría estar cerca de una desestabilización.
"Los 15 países con mayor PIB tienen todos una tasa de fertilidad por debajo de la tasa de reemplazo. Esto incluye a Estados Unidos y gran parte del mundo desarrollado, pero también a China e India. Juntos representan más de un tercio de la población mundial", señala The Economist.
Entre 1800 y 2020, la población mundial creció 8 veces. Pasó de mil a 8 mil millones. Hoy está cerca de estancarse. Cae en todos lados. En 1960, cada mujer tenía, promedio, 4.6 hijos. Hoy tiene 2.3, apenas encima del nivel de reemplazo, que es de 2.1 nacimientos por mujer. 1/2 pic.twitter.com/Z4XK9mnQ5k
— Roy Hora (@RoyHora) April 12, 2023
Preguntas sin respuesta
El desafío que la caída de la natalidad representa genera una cantidad de interrogantes. Se sabe que creará un cambio social enorme. Pero eso es lo único claro. ¿Quién paga impuestos en un mundo de personas mayores? ¿Quién paga por la atención médica de los ancianos? ¿Quién cuida de ellos? ¿Podrá la gente jubilarse? Por ahora son preguntas sin respuesta.
Población que envejece
El envejecimiento de la población ya se está notando en países como Japón e Italia. Pero no son los únicos. El colapso en la tasa de natalidad también está dejando ver los resultados en el envejecimiento de la población en Brasil, México y Tailandia.
El pronósticos de The Economist es que, para 2030, más de la mitad de los habitantes de Asia Oriental y el Sureste Asiático tendrán más de 40 años.
En el caso de los países del primer mundo, en la actualidad hay aproximadamente tres personas de entre 20 y 64 años por cada adulto mayor de 65 años, pero para 2050 habrá menos de dos.
Impacto en la calidad de vida
Entre las implicaciones que advierte The Economist por un envejecimiento de la población están los impuestos más altos, jubilaciones más tardías, menores rendimientos reales para los ahorradores y, posiblemente, crisis presupuestarias gubernamentales.
Fuente: La República