El Consejo Nacional Electoral (CNE) de Ecuador aseguró el lunes que recibió el respaldo de los observadores electorales internacionales por su labor durante el proceso electoral que vive el país, que culminará el 2 de abril en la segunda vuelta de los comicios presidenciales.
Redacción El Político
Según el órgano rector de las elecciones, las misiones internacionales de observación destacaron que se han incorporado mejoras sugeridas tras la celebración de la primera vuelta por estas entidades: la Organización de los Estados Americanos (OEA), la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y la Unión Interamericana de Organismos Electorales (Uniore), reseña EFE.
El coordinador de la misión de observadores de Unasur, Alexander Vega, consideró que el CNE está llevando a cabo un proceso transparente y resaltó la importancia de que los candidatos que participarán en el balotaje (segunda vuelta) reconozcan los resultados el 2 de abril.
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El oficialista Lenín Moreno, del movimiento Alianza País (AP, izquierda) y el opositor Guillermo Lasso, de CREO (centro derecha) se medirán en la segunda vuelta por la Presidencia, en la que buscarán suceder a Rafael Correa, quien dejará el poder en mayo tras gobernar Ecuador durante diez años.
Félix Ortega, representante de la misión de Uniore, indicó que los observadores han constatado la impresión de papeletas y otros documentos electorales, y destacó las medidas y el personal desplegado para garantizar la seguridad de este procedimiento, señaló el CNE en un comunicado.
Diego Abente, de la OEA, resaltó que en la segunda vuelta ya no se utilizará la urna-biombo que se usó en la primera, así como el reforzamiento de la infraestructura informática.
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El presidente del CNE, Juan Pablo Pozo, se refirió a las medias de seguridad, para las que se cuenta con la labor de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional y aseguró que todo documento electoral que se traslada cuenta con el respaldo de un acta de entrega-recepción.
Vega se refirió a declaraciones de ciertos actores políticos que han puesto en duda la seguridad en la integración del material electoral y las calificó de "desafortunadas" ya que, además de no contar con un sustento documentado, afectan a la sociedad y a la democracia.
