“Es mejor tomarse una aguapanelita con una arepita que perder la libertad en busca de dinero”, dijo Sara María Galeano, quien regresó el pasado 23 de febrero al país tras haber pagado siete años de cárcel en China, por tráfico de drogas.
No corrió con la misma suerte Ismael Enrique Arciniegas, quien fue ejecutado esta semana por ese mismo delito en el país asiático, donde permanecía desde 2010, en una pequeña celda, atado a una de las patas de la cama con una cadena de 16 eslabones.
Los casos de Arciniegas y Galeano ponen de manifiesto un fenómeno que ha crecido en los últimos años pero día a día pasa desapercibido: los colombianos que son capturados en el mundo por llevar drogas.
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Según cifras de la Cancillería, actualmente hay 15.036 connacionales detenidos en el mundo, de los cuales 8.513 –cerca de 57 por ciento– fueron capturados por delitos relacionados con el tráfico de estupefacientes.
Aumento de capturas
Lo que más preocupa a las autoridades de nuestro país es que el fenómeno se ha acrecentado en los últimos años.
De acuerdo con la Cancillería, en el 2015 fueron detenidos por narcotráfico en el mundo 1.854 connacionales y el año pasado esa cifra fue de 1.664, es decir, en promedio, casi cinco por día en los últimos dos años.
Esta cifra es cuatro veces lo registrado en 2007, cuando apresaron a 406 colombianos por ese motivo, y el doble de los capturados en 2010, cuando cayeron 868.
Desde 2007, el número de nacionales detenidos por tráfico de drogas ha mantenido un crecimiento constante, excepto el año pasado, cuando la cifra bajó en 190 casos con relación a las capturas de 2015.
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La situación de los compatriotas que se encuentran en cárceles del exterior por este flagelo muchas veces es penosa, debido a la dureza con la que en otros países castigan el narcotráfico. En China, donde transportar más de 50 gramos de drogas es causal de pena de muerte, hay en este momento 15 connacionales condenados a cadena perpetua e igual número de sentenciados a la pena capital, de los cuales tres solo están pendientes de la fecha de ejecución.
“Es muy terrible allá, que por un kilo de droga en ese país lo condenen a muerte y lo conviertan en esclavo del Gobierno”, expresó Harold Carrillo, el primer colombiano en haber sido repatriado de China, en 2015, tras habérsele perdonado la pena de muerte por temas humanitarios, luego de gestiones hechas por la Cancillería.
Otra de las naciones que castigan con rigor el tráfico de drogas es Estados Unidos. Precisamente, ese el país en el que más colombianos presos hay por ese delito: 2.469, lo que representa el 30 por ciento de los coterráneos detenidos en el mundo por esa causa.
Repatriación
Una de las mayores preocupaciones de la Cancillería es que los colombianos sean condenados a pena de muerte, pues ese castigo es rechazado en nuestro país.
Por ejemplo, actualmente ese ministerio trabaja en la negociación de un tratado de repatriación de presos con China. Aunque aún persisten incompatibilidades entre las leyes de la nación asiática y Colombia, las autoridades se encuentran en fase de conversaciones para llegar a un acuerdo.
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Una de las mayores diferencias que han surgido es cómo equiparar las penas impuestas en China con condenas ajustables a las leyes colombianas.
De todos modos, Colombia ha logrado la repatriación de 172 connacionales, seis por razones humanitarias (enfermedad grave).
Con información de El Tiempo de Colombia