En China continúa ocurriendo un cambio histórico que está teniendo impactos tanto en la economía nacional como en la global. Según la Oficina Nacional de Estadísticas, la población total del país cayó en más de 2 millones en 2023 a 1,41 mil millones, lo que marca el segundo año consecutivo de contracción.
Por Poder & Dinero
La disminución también duplicó con creces la observada en 2022, cuando la población china se redujo por primera vez desde la Gran Hambruna de la era de Mao en 1961.
El país ha sido durante mucho tiempo una fuente clave de mano de obra y demanda, pero su tasa de natalidad ha seguido disminuyendo a medida que las parejas retrasan o deciden no tener hijos. Esto a pesar del levantamiento de la política gubernamental de un solo hijo en 2015 y de los incentivos implementados en 2021 que alentaron a las personas a tener más bebés (deducciones fiscales, subsidios de vivienda y licencias de maternidad más largas). Los altísimos costos de la educación también han llevado a una de las tasas de fertilidad más bajas del mundo, así como a una tendencia hacia la urbanización en un país que había sido tradicionalmente rural.
Para algunos analistas se observa algo positivo en los nuevos datos ya que el crecimiento del PIB de se expandió un 5,2% en 2023, superando el objetivo oficial de "alrededor del 5,0%". Otros no están convencidos, ya que la cifra sigue siendo muy inferior a las tasas de crecimiento históricas y no ha cumplido sistemáticamente las expectativas de un fuerte rebote posterior a la pandemia de COVID. Entre las presiones se encuentran la débil confianza de los consumidores y las empresas, los crecientes problemas de deuda y una creciente crisis inmobiliaria. De hecho, el mercado de valores de China continental fue uno de los más atípicos del mundo el año pasado, con el índice de referencia CSI 300 de las principales acciones que cotizan en Shanghai y Shenzhen cayendo alrededor de un 20% en comparación con las ganancias observadas en todo el mundo.
La tendencia demográfica pone en duda si China envejecerá antes de enriquecerse. Como las muertes superan a los nacimientos, Beijing ha puesto en marcha planes para una llamada economía "plateada", que se estima tendrá un valor de 30 billones de yuanes (4,2 billones de dólares) para 2035 y representará alrededor del 10% del PIB. Los servicios incluyen entrega de comidas y entretenimiento a hogares de ancianos y centros de atención para personas mayores, así como parques industriales que respaldarán productos para personas mayores.
Para fomentar el desarrollo, se incitará a los bancos a otorgar crédito a las empresas involucradas en la economía plateada, mientras que los gobiernos locales podrán emitir bonos especiales para financiar la transición.