En China, tanto el Gobierno como las autoridades sanitarias no ceden ante las protestas y mantienen las políticas de "Cero Covid".
El Político
Estas fuertes medidas de aislamiento ante una pandemia que ha hecho mucho daño, mantiene sacudida a la economía de esta potencia asiática.
Se habla de un aumento notable de casos por Covid-19 que se han registrado en los últimos días en la nación que gobierna Xi Jinping.
Por qué es importante: Probablemente por esta razón el líder se verá obligado a elegir entre volver a sumergir a su país en los bloqueos draconianos o abandonar su política característica de pandemia mientras multitudes de manifestantes le piden que renuncie.
El estado de la cuestión: los medios estatales chinos continuaron elogiando las medidas de cero COVID el lunes, lo que indica que no hay cambios en la política oficial.
- Las autoridades chinas aún no han tomado medidas enérgicas para aplastar las protestas, como arrestos masivos o el despliegue generalizado de fuerzas de seguridad, aunque los residentes y la policía se enfrentaron en Shanghái.
- Los censores en línea, generalmente eficientes para sanear la disidencia de las redes sociales chinas, están luchando por eliminar la avalancha de publicaciones y videos que critican las políticas del gobierno.
Vale la pena señalar:
las autoridades de varias ciudades anunciaron el lunes la relajación de algunas restricciones de salud pública. En Beijing, los funcionarios de la ciudad dijeron que ya no erigirían puertas para acordonar el acceso a los bloques de apartamentos donde se habían detectado casos de COVID, informó AP.
- Un funcionario de la ciudad de Beijing dijo que los pasajes deben permanecer despejados para "transporte médico, escapes de emergencia y rescates", según AP.
- En Guangzhou, un importante centro de fabricación y punto de acceso en el último resurgimiento de infecciones del país, las autoridades dijeron que algunos residentes ya no necesitarían someterse a pruebas masivas debido a la necesidad de conservar recursos, según AP.
- Urumqi, la capital de la región de Xinjiang, anunció que se reanudaría el servicio de autobuses públicos y que se permitiría reabrir los mercados y otros negocios ubicados en áreas consideradas de bajo riesgo de infección por COVID.
Verificación de la realidad: aunque las protestas de esta escala no tienen precedentes desde que Xi asumió el poder en 2012, China está muy lejos de un cambio de régimen.
- El gobernante chino tiene el control total del aparato político y militar, y no existe una oposición organizada significativa.
Qué está pasando: la indignación estalló en ciudades de toda China después de que un incendio el jueves pasado matara a 10 personas en un complejo residencial cerrado en Urumqi, Xinjiang, donde algunos residentes han estado en cuarentena durante más de 100 días.
Fuente: Axios