China condenó a cadena perpetua a un ciudadano estadounidense de 78 años tras acusarlo por espionaje. Se conocen muy pocos detalles sobre el caso en sí y los motivos que llevaron a esa decisión tribunalicia. Pero todo parece indicar que este episodio puede contribuir a tensar más las relaciones entre Pekín y Washington, que han tenido diferencias evidentes en asuntos como los derechos humanos y el comercio, entre otros.
El Político
Según lo poco que ha trascendido, el sentenciado a cadena perpetua por espionaje es John Shing-wan Leung, cuyo pasaporte lo identifica como ciudadano estadounidense, con estatus de residente permanente en Hong Kong. Pero todo indica que la detención no se produjo en esa ciudad, ya que su caso se ventiló en el Tribunal Popular Intermedio de la ciudad oriental china de Suzhou. Tampoco se informaron las condiciones de la detención, ni qué lo convirtió en sospechoso.
Lo cierto es que a Leung no sólo lo declararon culpable de espionaje y lo sentenciaron a cadena perpetua, sino que también lo privaron de sus derechos políticos de por vida. El hecho resulta muy llamativo ya que no era usual que ciudadanos extranjeros recibieran condenas de este tipo en China. Pero al parecer las cosas han cambiado.
No es el único
Aparte de Leung hay, como mínimo, otros tres ciudadanos estadounidenses encarcelados en China. Se trata de Kai Li, Mark Swidan y David Lin, sobre cuyos casos el Departamento de Estado norteamericano señaló que fueron detenidos injustamente.
Algunos análisis acerca de la condena a Leung indican que cada vez es más frecuente que los ciudadanos extranjeros se vean atrapados en este tipo de procesos judiciales. Al mismo tiempo que destacan que, bajo el liderazgode Xi Jinping, ha ido in crescendo la represión al supuesto espionaje.
Tribunal en China da condena perpetua a ciudadano estadounidense https://t.co/Uu9kaXcnZi
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El escueto comunicado oficial del tribunal, citado por CBS News señala que, en abril de 2021, las autoridades de Suzhou "adoptaron medidas obligatorias conforme a la ley" contra Leung, pero no especificó cuáles fueron esas medidas. Tampoco se conocieron detalles sobre los cargos en su contra ni las evidencias que llevaron a la condena a cadena perpetua por espionaje. En casos de este tipo, que se consideran delicados, los juicios en China son a puerta cerrada, lo que favorece toda la opacidad que reina alrededor del proceso.
Lo poco que dijeron los voceros de China
Parcos, como de costumbre, en Hong Kong, el ministro de Seguridad, Chris Tang, dijo que las autoridades de la ciudad fueron notificadas de la detención de Leung en 2021. Sólo agregó que la policía de Hong Kong hizo el seguimiento del caso en el territorio que le compete, pero se negó a dar detalles.
Los medios intentaron obtener un pronunciamiento del portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Wang Wenbin, pero el alto funcionario se resistió a comentar el caso del ciudadano estadounidense condenado a cadena perpetua por espionaje.
Lo que dijo la embajada de EE.UU.
Y mientras los voceros de China mantuvieron el hermetismo, los representantes de Estados Unidos parecieron imitar el ejemplo. Un portavoz de la embajada en Pekín dijo que estaban al tanto de la sentencia, pero argumentó que por consideraciones de privacidad no haría más comentarios. Sólo reiteró que la prioridad del Departamento de Estado es y seguirá siendo la seguridad de los estadounidenses en el extranjero.
Justo cuando había cierta calma…
La severa condena impuesta a Leung se produce justo cuando parecían haberse limado, al menos parcialmente, las asperezas entre Washington y Pekín. Los contactos de alto nivel habían pasado por una especie de pausa luego del derribo de un supuesto globo de vigilancia chino por parte de Estados Unidos en febrero pasado.
Tras casi tres meses de frialdad, el asesor de seguridad nacional de Estados Unidos, Jake Sullivan, y el alto diplomático chino, Wang Yi, coincidieron en Viena a inicios de mayo y se reunieron durante ocho horas. El encuentro fue descrito como constructivo y sincero.
Lo cierto es que, a partir del primero de julio, entrará en vigencia en China una amplia enmienda a la Ley Contra el Espionaje. La nueva versión, aprobada el mes pasado, ha sido descrita como "arrolladora".
Según ha trascendido, la nueva legislación tiene un concepto tan amplio del espionaje que abarca prácticamente todo. Hasta ahora incluía los secretos de Estado y la inteligencia. Pero a partir de julio incluirá a cualquier documento o dato, así como materiales u objetos que puedan tener relación con la seguridad y los intereses nacionales. La amplitud del concepto, como mínimo, llama a reflexión.
Fuente: ABC