Este jueves 15 de agosto, China advirtió a Washington que tomará “contramedidas necesarias” no especificadas, si avanza en su guerra comercial y tecnológica al aumentar los aranceles sobre más importaciones chinas a partir del 1 de septiembre
El Político
Sin ofrecer ninguna clase de detalles, el gobierno chino lanzó la advertencia, mediante un comunicado. Por lo tanto, se desconoce si esto afectaría las negociaciones previstas para septiembre en Washington.
La escalada de tensión entre Estados Unidos y China ha despertado en los mercados financieros el temor a que la economía mundial caiga en una recesión.
El anuncio China se produce luego de una intensa batalla comercial que mantienen ambos países y que se intensificó cuando el presidente estadounidense, Donald Trump, aseguró que impondrá aranceles del 10% sobre un lote de importaciones chinas estimadas en 300.000 millones de dólares. Lo que quiere decir que las sanciones se extendieron a casi todo lo que Estados Unidos compra a China.
En su pronunciamiento, China no mencionó la decisión de Trump de posponer hasta el 15 de diciembre las penalizaciones sobre cerca del 60% de esos bienes, que fue anunciado el miércoles 14 de agosto.
El comercio entre las dos economías más grandes del mundo se ha derrumbado, ocasionando daños a los proveedores de bienes, desde equipos médicos hasta la soja, y amenazando con la pérdida de puestos de trabajo. Las importaciones chinas de bienes estadounidenses cayeron un 19% con respecto al año anterior en julio. Las exportaciones a Estados Unidos disminuyeron un 6,5%.
El desequilibrio en la balanza comercial ha dejado a Beijing sin importaciones estadounidenses que aún no han sido afectadas por los aranceles de represalia. Sin embargo, Pekín ha extendido el castigo a las empresas estadounidenses retrasando el despacho de aduana de sus productos y la emisión de licencias en finanzas y otros campos.
La disputa comercial inició porque Washington acusa a Beijing de robar tecnología o presionar a las empresas para que se la entreguen, y de subsidiar sus industrias de manera desleal.
Estados Unidos, Japón y Europa sostienen que los planes chinos de crear competidores globales en robótica, autos eléctricos y otras tecnologías violan las obligaciones de Beijing de abrir sus mercados
Fuente: AP