La Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos (AFDD) marchó con el objetivo de buscar el cierre definitivo del penal de Punta Peuco, recinto donde cumplen condena un centenar de exmilitares acusados de delitos de lesa humanidad durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
La masiva manifestación realizada en el bandejón central de la Alameda, principal arteria de la capital chilena, y frente al palacio de La Moneda, sede del Ejecutivo, estuvo matizada con decenas de pancartas en la que también se pedía el término de las libertades a los violadores de los derechos humanos.
La agrupación rechazó de este modo que haya salido en libertad desde Punta Peuco Guillermo González Betancourt, condenado por los asesinatos de los profesionales José Manuel Parada, Santiago Nattino y Manuel Guerrero, degollados en 1985.
La cárcel de Punta Peuco, a unos 35 kilómetros al norte de Santiago, es actualmente el único recinto penal del país que acoge exclusivamente a violadores de los derechos humanos condenados por crímenes cometidos durante la dictadura de Pinochet.
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Los familiares de las víctimas han pedido el cierre de esa cárcel argumentando que los reos tienen privilegios y mejores condiciones de vida que el resto de la población penal.
La presidenta de la AFDD, Lorena Pizarro, dijo a los periodistas que los uniformados involucrados en violaciones a los derechos humanos deben ir "a una cárcel común", mostrando su preocupación sobre la acogida por parte de los tribunales de recursos judiciales en defensa de los condenados por estos crímenes.
Sobre el fallo de la Corte de Apelaciones donde se acogió de manera parcial el recurso de protección con el que se busca la libertad condicional del brigadier del Ejército en retiro, Miguel Krassnoff, condenado por diversos delitos de lesa humanidad a más 400 años de cárcel, en fallos de primera, segunda y tercera instancia, Pizarro indicó que "lamenta" la decisión porque a su juicio "no cuenta con los requisitos" para el beneficio.
El expresidente Sebastián Piñera (2010-2014) cerró en 2013 el Penal Cordillera, un recinto en el que estaba recluido un pequeño grupo de represores de la dictadura chilena y que contaba con todo tipo de comodidades y privilegios.
Entre los reclusos de ese penal, se encontraba el jefe de la temible DINA (Dirección de Inteligencia Nacional), cuerpo represor de Pinochet, Manuel Contreras, condenado a casi 400 años de prisión y quien murió en agosto de 2015, fueron trasladados a Punta Peuco.
Con información de EFE