Chile paralizó sus actividades este miércoles para realizar un censo abreviado que permitirá conocer, entre otras cosas, cuántos habitantes tiene el país y corregir los errores de la medición de 2012.
Más de medio millón de voluntarios pasaron casa por casa en todo el país con una encuesta de 21 preguntas, la mitad de los censos habituales, para recopilar datos socioeconómicos de las personas que viven en el país austral.
La mayoría de los censistas eran estudiantes universitarios y funcionarios públicos, aunque algunos vecinos se vieron sorprendidos por la visita de rostros conocidos como el de la presidenta, Michelle Bachelet.
Las autoridades han invitado estas últimas semanas a participar en el censo a los inmigrantes que residen en Chile sin importar su situación legal. En ese sentido, se ha insistido en que los censistas no pedirán el carné de identidad ni otra documentación.
La jornada del censo transcurrió en un ambiente tranquilo y sin incidentes de gravedad.
La situación más delicada se vivió en Temucuicui, una comunidad de la sureña región de La Araucanía que es el corazón de la lucha de los mapuches contra las empresas forestales y agrícolas.
El Gobierno decidió no realizar el censo en ese sector después de que el camino que lleva a la comunidad fuera cortado con troncos la pasada madrugada para impedir la llegada de los censistas.
Los pocos voluntarios que lograron llegar a Temucuicui fueron conminados a retirarse por los habitantes, por lo que el Gobierno tomó la decisión de no censar a esa comunidad.
Fuente: EFE