Chile termina hoy la campaña electoral en un ambiente entre la esperanza y el miedo. Esperanza, como siempre, en que el gobierno que surja de las urnas signifique un cambio. No solamente de mandatarios, sino que lleve a soluciones para los grandes problemas nacionales.
El Político
Temor, porque en un proceso tan radicalizado, con posiciones tan extremas, Chile se encuentre entre el comunismo y el fascismo, representados por Gabriel Boric y José Antonio Kast respectivamente.
Chile: Grandes exigencias
Inflación, deuda pública, altas tasas de interés, salida de capitales del país, y la discusión de los fondos de pensiones dominan la agenda de Chile. Previo a las elecciones de este domingo cuando se decidirá, además de su futuro político, un cambio o continuidad en la política económica.
Nadie mejor para definir lo que se quiere, que las expresiones del Banco Central, Manuel Marfan:
“Yo lo que le aconsejaría a quien quiera que salga de Presidente sería que los gobierno pasan a la historia de acuerdo a como terminan, no a como empiezan. Por lo tanto, si quieren empezar como partida de caballo de carrera sabiendo que después va a haber una desaceleración, lo más probable es que van a pasar a la historia como un gobierno mediocre".
Apoyo de Michelle Bachelet: Bien o mal
Jugándose hasta el puesto como Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, tras una conversación de tres horas, terminó dándole el apoyo total a Gabriel Boric, el candidato radical. Hasta se atrevió a aconsejarlo
“Una de las cosas que me dijo que me parece tremendamente importante, que se repite mucho pero que te lo diga una expresidenta es fundamental, que es cuidarte de la gente que te dice que sí a todo. Porque muchas veces cuando uno se enfrenta o está en situaciones de poder, hay a veces un ánimo de servilismo de tratar de quedar bien para tratar de obtener algo. Y yo creo que siempre es sana la crítica”, comentó Boric.
Por supuesto que la decisión de la Alta Comisionada fue criticada por seguidores de Kast y hasta se planteó la negada posibilidad de pedir su destitución en la ONU.
El propio Kast, más sensato señaló que le hubiera gustado conversar con ella. Y pese a tener apreciaciones políticas e ideológicas, presentarle su programa de gobierno, vista la experiencia de Bachelet como mandataria chilena
En todo caso, con el apoyo de Michelle Bachelet o sin él, en Chile no hay nada claro, y a cuatro días del proceso es difícil precisar quién sustituirá a Sebastián Piñera.