Octubre es un mes crucial para Chile. El pasado 18 se cumplió un año del estallido social que sacudió a la sociedad hasta los cimientos. Fue tal la remezón y el cuestionamiento a todo, que el proceso derivó en un plebiscito constitucional que implica, prácticamente la refundación de la república, en caso de ganar el SI.
El Político
La Constitución vigente en Chile data de la dictadura militar de Augusto Pinochet (1973-1990). Obviamente, tiene aspectos que no se adaptan a la realidad actual de la nación ni del mundo. Por eso, quienes participaron en las protestas de octubre de 2019 sienten que impulsaron un gran avance en materia de lo que pueden ser las conquistas sociales.
Chile Procura destaca lo que dice una de las protagonistas de las protestas de hace un año. Se trata de Catalina, estudiante del primer año de leyes. "Cuando todo partió nosotros no pedíamos una nueva Constitución. Eso se fue viendo en el camino, cuando nos dimos cuenta que cambiando leyes podíamos lograr respuesta a nuestras demandas".
En la Constitución actual se establece el carácter privado de la salud y la educación. Además, el régimen de jubilaciones es solo para quienes puedan pagarlo. No obstante, tras el estallido social, el presidente Sebastián Piñera hizo ajustes en las jubilaciones y mejoró la prestación de salud. Fue una manera de bajar presión a la sociedad.
Polarización a todo dar
Los dos extremos de la sociedad chilena están representados en el SI y el NO del plebiscito constitucional. Quienes respaldan el cambio constitucional y "empezar desde cero", son de tendencia progresista y de izquierda, en su mayoría. La opción del NO la asumen los más conservadores. No se trata de gente que añore la dictadura, sino personas que creen que los cambios pueden ser graduales, sin necesidad de cambiar la Carta Magna.
La participación en la consulta constitucional será mayoritaria, según pronostican las encuestadoras. La comparan con el plebiscito en el cual eligieron la salida de Pinochet del poder.
"El estallido social puso en cuestionamiento una estabilidad que además era parte de un slogan país, como la tesis de que Chile era la excepcionalidad de la región latinoamericana", dijo Carla Rivera, profesora de historia de la Universidad de Santiago, en un reportaje de AP citado por Clarín.
Se está por escribir una nueva historia en la página del Chile democrático. Entretanto, Piñera insiste en mantener la unidad, no perder de vista el valor del sistema de gobierno y libertades con el que cuentan y trabajar juntos.