La crisis migratoria en Estados Unidos sigue afectando política y socialmente al país. Con la llegada de miles de indocumentados semanalmente a las ciudades más importantes de la nación, el descontento por parte de los residentes aumenta, especialmente en Chicago.
El Político
Las políticas migratorias establecidas por Joe Biden desde su llegada al gobierno han creado inconformidad en los ciudadanos estadounidenses, quienes rechazan los multimillonarios financiamientos por parte del Estados a proyectos que beneficien a la comunidad extranjera.
Mas allá de ser una acto xenofóbico, los estadounidenses se muestran en contra por la cantidad de dinero desviado por el gobierno para proyectos los cuales, probablemente, inciten un mayor flujo migratorio.
Uno de los casos de rechazo por parte de la comunidad norteamericana, hacia proyectos que salvaguardan a cientos de indocumentados, se tiene a los residentes de Chicago, quienes protestan en contra de un campamento dirigido para inmigrantes ilegales.
Diariamente, los manifestantes inicial su jornada de protesta cerca del sitio de construcción de uno de los refugios que están desarrollando en el vecindario de Brighton Park.
Este proyecto, le costó al estado de Illinois, el principal benefactor de la construcción, 65 millones de dólares donde se albergaran, aproximadamente, 2.200 indocumentados.
Los residentes del vecindario solicitan la suspensión de la construcción, asegurando también que esta viola las leyes de zonificación de Chicago.
Según el medio The Post Millenial, la ciudad está pagando alrededor de $ 92,000 por mes para arrendar el lote. Además, firmó un contrato de $ 29 millones con la empresa canadiense GardaWorld para construir campamentos para inmigrantes ilegales en toda la ciudad.
Indocumentados en Chicago sin control
Son múltiples los reportes delictivos que recibe la policía. La mayoría liderados por ciudadanos extranjeros indocumentados, por lo que el temor por la seguridad e integridad de los norteamericanos aumenta.
Se tiene planeado que los inmigrantes refugiados en dicho campamento tengan establecido un toque de queda a las 11:00pm, sin embargo, varios residentes de la zona temen de que este no sea acatado por el grupo de ilegales.
"Puedo cuidarme solo, me preocupa más por los niños del barrio", dijo uno de los vecinos de Brighton Park.