A lo largo de los años personajes ligados al "Chavismo" han encontrado las formas para hacer de las suyas y ocultar su fortuna mal habida.
El Político
Un ejemplo de ello es Raúl Gorrín, quien en Venezuela es el propietario de la compañía de seguros La Vitalicia y la cadena privada de TV Globovisión, pero que está muy ligado al Chavismo.
Estados Unidos lo acusó por conspiración para cometer blanqueo de capitales, así como haber sobornado a funcionarios venezolanos para beneficiarse de operaciones de cambio de moneda.
Luisa Ortega Díaz, fiscal general de Hugo Chávez, dijo en su momento que Gorrín era el testaferro de Maikel Moreno, presidente del corrupto Tribunal Supremo de Justicia Venezolano.
Resulta que Gorrín, a través de diferentes mecanismos, en 2014 adquirió un lujoso dúplex en Madrid, por el cual pagó en 6,2 millones de euros.
Así como este ejemplo, otros funcionarios chavistas han ocultado su fortuna comprando propiedades de lujo en Madrid y Marbella.
El portal EPE realizó una investigación sobre el tema y aquí te la dejamos:
Madrid, un día entre semana cualquiera. Doce de la mañana. Por la acera de la calle Alfonso XII apenas pasa gente. No es una vía de mucho tránsito peatonal, ni siquiera hay demasiadas terrazas. La calzada tiene seis carriles para coches y el ruido del tráfico es constante. La localización es privilegiada: a un lado edificios y al otro el parque de El Retiro. Cualquier vivienda de primera línea tiene vistas a este gran pulmón verde. El precio medio de los pisos supera el millón de euros. Aunque no se vea vida, no hay duda de que es una de las zonas más acomodadas de la ciudad.
Discreto, desapercibido para cualquier viandante, sobre la sexta planta del número 24 se alza un enorme dúplex con ático que suma, de acuerdo a su ficha catastral, más de 700 metros cuadrados. El 4 de abril de 2014 se celebró el acto de compraventa y el vendedor (una mercantil llamada Flomar SL) recibió una transferencia bancaria de 4,3 millones de euros. No era el total: unos meses antes había recibido otro pago de dos millones. El precio final de la vivienda fue de 6,2 millones de euros.
Los millones procedían de una cuenta bancaria suiza. La titular de esta cuenta era una empresa constituida en Panamá. Pero la sociedad adquirente, creada meses antes, estaba registrada en Curaçao, una isla caribeña perteneciente a los Países Bajos y considerada paraíso fiscal. El titular real de esta sociedad, tal y como él mismo declaró, era Raúl Gorrín Belisario: empresario venezolano presidente de la cadena televisiva Globovisión.
Gorrín está acusado por Estados Unidos de conspiración para cometer blanqueo de capitales, de haber sobornado a funcionarios venezolanos para beneficiarse de operaciones de cambio de moneda y de ser el centro de una trama para mover ese dinero ilícitamente a nuestro país. En Twitter, donde es activo, él lo niega. En España, fue imputado por la Audiencia Nacional por el presunto saqueo a la compañía estatal Petróleos de Venezuela SA (PDVSA).
Un informe policial de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía Nacional describe, entre otras, la operativa de compraventa del ático de Alfonso XII. Considera que existen indicios de blanqueo de capitales y vincula a Gorrín con cargos chavistas. El dinero para la compra de estos inmuebles procedería de fondos desviados desde la petrolera estatal.
En el mismo edificio, en la misma fecha y con una operativa muy similar, Gorrín adquirió otras dos viviendas: el cuarto izquierda y el cuarto derecha, de 170 y 220 metros cuadrados respectivamente. Por ellas pagó un total de 2,8 millones de euros.
Madrid se ha convertido en destino de compradores internacionales de vivienda de lujo en la última década. Las inmobiliarias la sitúan como una de las localizaciones favoritas para estadounidenses, asiáticos y latinoamericanos y apuntan a que el cliente prime ya prefiere a la capital antes que a Barcelona, pese a que la capital es más cara.
Por otro lado, el éxodo venezolano —las familias de clase media y alta que huyen de la crisis económica de su país— es cada vez más notable en el mercado inmobiliario de la ciudad. Entre 2014 y 2018 se duplicaron las compras de vivienda por parte de ciudadanos venezolanos, que copan barrios pudientes como Salamanca o Retiro.
Entre los venezolanos que han adquirido vivienda en Madrid están las superfortunas del chavismo. Los altos cargos del régimen y empresarios afines que se enriquecieron con sobrecostes de obra pública u operaciones de cambio de divisa que controlaba el Estado. Varios de ellos están siendo investigados en España por blanqueo y pertenencia a organizaciones criminales, entre otros delitos.
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