Bernard Cazeneuve, nombrado primer ministro francés en sustitución de Manuel Valls, liderará los últimos cinco meses del Gobierno socialista de François Hollande con el terrorismo yihadista como principal desafío.
"Quedan algunos meses (para las elecciones de 2017), pero en política cada día es importante, cada día cuenta", manifestó Cazeneuve desde el palacete parisino de Matignon, sede de la jefatura del Gobierno, donde Valls le traspasó simbólicamente los poderes.
Cazeneuve, un hombre de total confianza de Hollande, asume la jefatura de Gobierno después de abandonar el puesto de ministro de Interior, al que había accedido en abril de 2014 en sustitución precisamente de Valls.
El nuevo primer ministro, de 53 años y con fama de ser pragmático y exigente, tendrá que tratar un asunto que le es muy familiar, la amenaza yihadista.
"Hay que seguir protegiendo el país contra la amenaza terrorista (…), que sigue en un altísimo nivel que implica un refuerzo de los medios de seguridad interior y de los servicios de inteligencia", refirió.
Cazeneuve lidió con la oleada de ataques yihadistas en Francia que se cobraron 230 víctimas mortales y entre los que destacaron el de la revista satírica "Charlie Hebdo" en enero de 2015, los ataques del 13 de noviembre en París y la vecina Saint Denis en noviembre de 2015 y el del pasado 14 de julio en Niza.
Pero desde su puesto de primer ministro, un brazo ejecutivo encargado de poner en marcha las directrices presidenciales y de coordinar los ministerios, prometió ocuparse de la "protección" del modelo social del país.
En estos últimos cinco meses del Gobierno de Hollande, quien renunció a volver a presentarse, Cazeneuve abordará otras cuestiones espinosas, como el futuro del estado de emergencia en Francia, vigente desde hace un año, la aprobación definitiva de los Presupuestos de 2017 y la política exterior.
Como responsable de la defensa nacional -inherente a la jefatura de Gobierno-, el nuevo primer ministro gestionará las misiones extranjeras de combate al terrorismo islamista en Siria e Irak y en la zona del Sahel (Burkina Faso, Chad, Mali, Mauritania y Níger).
La entrega de poderes de Valls a Cazeneuve estuvo repleta de elogios mutuos.
"Quiero expresarte mi inquebrantable amistad, mi profundo respeto y el gran reconocimiento por la manera en la hemos trabajado juntos", dijo el primer ministro entrante a Valls.
Cazeneuve reconoció el legado de su antecesor y aseveró que intentará "proteger, avanzar, preparar el futuro" para dar "continuidad" al trabajo hecho hasta ahora en la jefatura de Gobierno.
Valls, que presentó su dimisión como primer ministro para centrarse en su candidatura a las presidenciales francesas, recogió el guante de su sucesor.
"Ser primer ministro y candidato era imposible. Por eso, me voy, pero me voy con la conciencia tranquila de lo he hecho y también me quedo tranquilo porque sé que vienes tú, un hombre de estado, en el que los franceses podrán contar, con tu vocación política, humana", terció Valls.
El dirigente de origen español (nació en Barcelona en 1962) recordó los momentos duros que han vivido juntos en el Ejecutivo, especialmente la oleada de atentados que se cobró la vida de 230 personas desde enero de 2015, y aseveró que afrontar esos desafíos les ha servido para estrechar su relación.
"Eres un amigo, un hermano, es raro en política encontrar hombres de tu calidad humana", cerró Valls, que peleará en las primarias de la izquierda para ser candidato en las presidenciales de 2017.
En caso de que obtenga la victoria en ellas, buscará contradecir a los sondeos que le sitúan con un débil apoyo (en torno al 10 %), muy lejos del candidato del centro-derecha François Fillon y de la ultraderecha de Marine Le Pen.
El cambio de Valls por Cazeneuve, forzado por las circunstancias electorales, llevó al presidente Hollande a nombrar también a un sucesor para Cazeneuve en Interior.
Se trata de Bruno Le Roux, que hasta ahora era el jefe de los diputados socialistas.
El Elíseo presentó además dos novedades: la designación de André Vallini como secretario de Estado de Relaciones con el Parlamento, y de Jean-Marie Le Guen como secretario de Estado del Desarrollo Internacional, dentro del ministerio de Exteriores.
EFE