El Político.- El periodista Carlos Acosta aseguró a través de su canal elvenezolanotv, que el Alcalde de Baruta Gerardo Blyde se negó en aceptar la invitación a una entrevista. "Cuando le realizamos la invitación para una entrevista, el alcalde dijo textual. No yo no declaró para medios en Miami, no por los periodistas si no por el público al que va dirigido (…) desde allá nos quieren decir como hacer política".
Por otra parte, Acosta manifestó que su programa va dirigido a los venezolanos que se encuentran en el exilio, perseguidos del régimen de Maduro, y que cada día son más.
https://youtu.be/9PyXAiKnWCA
Recordó que desde Miami son más de 200 mil venezolanos que votaron en las elecciones pasadas. A esto el Alcalde no perdió tiempo y enseguida envió una carta de rechazó a estas acusaciones.
A continuación la carta:
Licenciado
Carlos Acosta
Miami.-
Estimado Carlos:
Pensé mucho si respondía el video que ha circulado por las redes en el cual expresas tu disgusto en mi contra, supuestamente, por no haber querido ser entrevistado en tu programa. Creo que existen muy graves problemas que nos afectan a todos los venezolanos y quienes me conocen saben bien que precisamente a esos problemas es que dedico mis mayores esfuerzos y prácticamente todo mi tiempo. Nunca he pretendido ser centro de atención y mucho menos de polémicas. Decidí escribir estas líneas no por tu reclamo, aunque considero lo podías haber hecho a mi directamente de manera cordial como siempre nos tratamos, pudiste al menos tratar de contactarme para aclarar si de veras fueron esas mis palabras o incluso haber hecho tu comentario público en otro tono y de otra forma. Lamentablemente no fue así. Así que hoy te respondo por mis colegas alcaldes, los activos, los presos, los enjuiciados (entre ellos también estoy yo), los que han tenido que exiliarse, los que están siendo buscados para encarcelarlos, porque todos ellos me han designado su vocero autorizado. Por ellos y por los ciudadanos de cada municipio a los que representamos, es que no quise dejar este ataque absolutamente desproporcionado sin respuesta.
Debo informarte que nunca fui invitado a participar en tu programa por nadie. De hecho, sólo se me invitó a una entrevista con la excelente periodista y buena amiga Sheina Chang. Ese mismo día en la mañana, por presidir la Asociación de Alcaldes por Venezuela (por decisión unánime de todos mis colegas) había ya dado una extensa rueda de prensa exponiendo el golpe continuado al Poder Público Municipal desde el año 2014, declaraciones que fueron ampliamente cubiertas por los medios y estuvieron al día siguiente en las primeras páginas de los diarios nacionales y portales web libres que aún nos quedan. Consideré que había declarado lo suficiente y que lo mejor era guardar para otros días nuevas declaraciones. Esta semana conversaré con Sheina en su programa y, como creo que debo aprovechar esa oportunidad para cosas mucho más trascendentes, no pretendo gastar ni un solo segundo en responderte allí, ni en ningún otro espacio público. Eso también origina estas líneas.
En tu reacción desproporcionada no sólo haces un reclamo que -en tu percepción- consideraste justo, lo cual es válido, sino que con muy mala intención expresas, entre otras cosas, que mientras algunos de mis colegas están exiliados o buscados, yo puedo caminar libremente por mi municipio. Eso aún es cierto, pero quizás no sabes que nueve más de nosotros tenemos el mismo tipo de juicio y que en cualquier momento podemos ser llamados a audiencia, sentenciados por supuesto desacato y encarcelados en ejecución del Golpe continuado que he denunciado. Y sí Carlos, yo también. Y aún así, corriendo todos los riesgos de ser perseguido, destituido y encarcelado, asumo y seguiré asumiendo la vocería pública en defensa de todos mis colegas, como lo hice en esa rueda de prensa justo al día siguiente en que se produjera la inconstitucional sentencia en contra de mi amigo David Smolansky.
Luego de haber militado en dos partidos políticos, haber sido cofundador de Primero Justicia, su jefe de fracción parlamentaria en los ya lejanos años 2000 al 2005, de haber sido su Secretario General, luego de haber estado también en Un Nuevo Tiempo, decidí hace ya bastantes meses regresar a mi condición inicial de independiente, sin escándalos, ni estridencias. Conozco el mundo de la militancia partidista y conozco también el mundo de la sociedad civil. Creo firmemente que ambos son indispensables para la lucha que hemos dado y que tenemos que seguir dando para el cambio que la inmensa mayoría de los venezolanos deseamos se produzca. El sector político partidista ha cometido aciertos y errores a los largo de estos años. La dirigencia de la sociedad civil independiente también los ha cometido. Pero ambos se necesitan mutuamente y unidos. No es destruyéndonos como eso se construye. Ya por auto destrucciones pasamos antes y nos hicieron retroceder.
Los políticos, es cierto, estamos más expuestos a la crítica y así debe ser. Pero la crítica, cuando se realiza con el propósito de hacer daño, desde la soberbia de creerse amo absoluto de la única verdad, o simplemente por reacciones de ira, lejos de ayudar, contribuye a que esas metas que nos trazamos se alejen.
Todos estamos angustiados -y en muchos casos desesperados- por salir de este túnel oscuro por el cual estamos atravesado, pero unidos es más fácil el trayecto, que sembrando discordias, difamando o desprestigiándonos entre nosotros.
Hay decisiones tácticas que se han tomado que quizás no comparto, sobre las cuales he tenido, tengo o seguramente tendré diferencias, pero nunca me has visto y nunca me verás en el futuro exteriorizarlas públicamente (aunque algunos medios en ciertas oportunidades hayan titulado de manera simplista y sin contexto algunas de mis declaraciones), porque tengo muy claro que eso sólo fortalece al adversario y su régimen dictatorial.
Cada palabra que expongo en público durante mis ya 18 largos años en política activa las pienso, pues creo que al tener la suerte de llegarle a mucha gente, debo contribuir a la unidad, en la cual creo firmemente como herramienta indispensable para esta lucha por la democracia. Créeme que quisiera ya retirarme de la política y dedicarme a mis libros, al estudio del derecho y tener una vida normal, como la que abandoné para luchar por la democracia. No tengo ninguna aspiración de ser gobernador, diputado o alcalde de nuevo. Creo en la alternabilidad no sólo en el poder, sino en la renovación de la dirigencia. Pero aún no puedo hacerlo, pues tengo responsabilidades como alcalde (hasta que los baruteños puedan elegir a uno nuevo o hasta que el régimen decida inconstitucionalmente sacarme en esta ruleta rusa con la que está jugando), tengo responsabilidades con mi país y con los venezolanos que quieren un mejor futuro. Por eso y por pensar cada palabra es que no doy tantas entrevistas como se me solicita. Y sobre todo porque estoy convencido de que solo debo hablar cuando tenga algo para aportar.
Quien me conoce sabe bien que respeto a todos los venezolanos donde quiera que estén y las decisiones que hayan tenido que tomar. Muchos de tus colegas periodistas han acudido a mi para recomendaciones especiales cuando han tenido que tomar la dolorosa decisión de emigrar, para llegar con legalidad a las naciones que los han acogido. A todos ustedes los respeto y con muchos tengo forjados lazos de amistad muy fuertes a través de todos estos años.
No caigamos en inútiles procesos auto destructivos que no benefician a nadie. Sigo teniendo por ti el mismo respeto de siempre, el respeto por aquel Carlos Acosta que cuando le hacía suplencias de nuestro común amigo Leopoldo Castillo en Aló Ciudadano, me invitaba para sacarme todo lo que pudiera aportar a la audiencia sobre los temas jurídicos y políticos del momento.
Cordialmente,
Gerardo Blyde