La co-administradora de Britney Spears, Jodi Montgomery, criticó al padre de la estrella, Jamie, por intentar culparla por las reglas restrictivas impuestas a la cantante de 39 años.
El Político
De acuerdo con el medio TMZ, el equipo legal de Montgomery declaró que es “irónico” que su progenitor “quiera que la tutela ‘refleje sus deseos’, ya que no es ningún secreto que Spears ha deseado que su padre salga de su vida durante años”, reportó Infobae.
Montgomery también alegó, en otro extracto de la presentación judicial, que el padre de la cantante ha usado “más de USD 2 millones de la fortuna de su hija” para financiar su defensa legal para seguir al mando de un patrimonio valuado en USD 60 millones.
El 23 de junio, Britney Spears se dirigió a la corte por primera vez para poner fin a la tutela legal impuesta en 2008.
“No estoy feliz. No puedo dormir. Estoy tan enojada y deprimida. Lloro todos los días”, le dijo la cantante a la jueza Brenda Penny durante su audiencia en el Tribunal Superior de Los Ángeles. “Sólo quiero recuperar mi vida”.
Sperars calificó la tutela de “abusiva” y denunció que fue medicada contra su propia voluntad y que tampoco tiene permitido tener más hijos.
En su alegación, presentada frente a un tribunal de Los Ángeles, Montgomery desmintió que esté tomando decisiones sin la aprobación de Jamie Spears, como él sugiere, ya que que todas aquellas que implican el uso de fondos de la cantante pasan primero por él.
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En el documento judicial expresó que “no se pueden realizar gastos sin pasar por el señor Spears”, y añadió: “No todos los gastos solicitados han sido aprobados, lo que ha generado algunas de las preocupaciones planteadas por la Sra Spears el 23 de junio de 2021”.
Según People, Montgomey presentó una petición para un tutor ad litem, -designado por un tribunal para satisfacer de la mejor forma los intereses del tutelado- para que asista a Spears en la elección de su abogado sin necesidad de someterse a una evaluación médica.
Una solicitud que llegó después de que el hasta ahora abogado de la cantante, Samuel Ingham, y su bufete presentaran su renuncia.
En la misma semana, Larry Rudolph, quien fuera su manager durante 25 años, dejaba su cargo alegando que Spears pretende retirarse de la música. Además, Bessemer Trust, el fondo de inversión que junto a Jamie, co-administra el patrimonio de Spears, pidió apartarse para “respetar” los deseos de la artista.
En una nota que presentó al papá de Britney y a la abogada Jodi Montgomery, Rudolph señaló que “han pasado más de dos años y medio desde la última vez que Britney y yo nos comunicamos, momento en el que ella me informó que quería tomar una pausa laboral indefinida”.
“Siempre estaré increíblemente orgulloso de lo que logramos durante nuestros 25 años juntos. Le deseo a Britney toda la salud y la felicidad del mundo, y estaré allí para ella si alguna vez me necesita”, señaló Rudolph. Ante la corte, Britney acusó a su manager de obligarla a actuar durante la gira europea de 2018.
Actualmente, la intérprete está en pareja con el modelo y actor nacido en Irán Sam Asghari, quien en distintas ocasiones se manifestó contra la tutela y el día de la audiencia ante la jueza subió a Instagram una foto en la que lucía una remera con el hashtag #FreeBritney.
Fans en el Capitolio
El movimiento "Free Britney" tiene una nueva base de fans en el Capitolio, ya que legisladores de ideologías muy diferentes trabajan para ayudar a una causa que antes se consideraba de nicho, informó Politico.
La inusual oleada comenzó tras la apelación en un tribunal abierto el mes pasado de la estrella del pop Britney Spears, de 39 años, que ha luchado para salir de una tutela legal que, según ella, le ha impedido conducir con su novio y la ha obligado a seguir tomando anticonceptivos.
Desde Elizabeth Warren hasta Ted Cruz, destacados políticos se han comprometido a responder al caso de Spears y a reavivar la presión por una mayor supervisión de las tutelas que comenzó una década antes de su primer álbum.
"No importa quién seas, no importa dónde te encuentres políticamente, sólo escuchar eso… el grado de control que se ha ejercido sobre su vida, es perturbador", dijo el senador Bob Casey (D-Pa.) en una entrevista. "Es ofensivo para muchos estadounidenses".
El atractivo político de defender a Spears va mucho más allá del apoyo público que ha recibido este año. Se trata de un esfuerzo que fue inicialmente impulsado por los fans para "liberar" a la cantante de su tutela, también llamada curatela.
Para los progresistas, Spears es una víctima de un montaje que ha puesto a su padre y a una empresa de gestión de patrimonios en el control de sus finanzas.
Para los conservadores, Spears es un floreciente icono libertario, que hace valer su libre albedrío frente a un complejo judicial que, en el peor de los casos, es culpable de la explotación de ancianos y jóvenes.
"Creo que lo que le está pasando a Britney Spears es ridículo, y tiene que acabar", dijo Cruz en su podcast la semana pasada, uno de los varios comentarios de legisladores republicanos que apoyan enérgicamente la idea de sacarla del sistema judicial.
En cuanto a lo que los miembros del Congreso pueden hacer al respecto, es más difícil de decir. Una audiencia judicial prevista para el miércoles podría dar más libertad a la cantante, que ha dicho sentirse "esclavizada" por su tutela.
Los legisladores reconocen que situaciones como la de Spears están controladas en gran medida por los estados, no por el gobierno federal, pero sostienen que el Congreso puede ayudar a reformar el sistema que ella ha puesto de manifiesto.
Las tutelas podrían recibir una nueva atención inspirada en Britney en el Capitolio mediante audiencias, recopilación de datos e incluso legislación que proporcionaría más ayuda a los estados.
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Aunque las tutelas pueden tener beneficios, los miembros del Congreso identificaron oportunidades de abuso años antes de que Spears hiciera saltar las alarmas sobre un acuerdo legal que, según ella, ha minado su autonomía.