Días antes de que Joe Biden anunciara su plan de inversión en infraestructura el jefe del Consejo Económico Nacional de la Casa Blanca, Brian Deese, informó la propuesta a 60 senadores; 124 miembros de la Cámara de Representantes; y cientos de directores legislativos y jefes de personal.
El Político
Durante dos días Desse se dedicó a esa misión mientras que la secretaria de Comercio, Gina Raimondo, contactó a gobernadores de todo el país para ofrecerles detalles del plan. El mensaje también lo difundió a docenas de alcaldes el Secretario de Trabajo, Marty Walsh, a través de su red.
Por su parte, el secretario de Transportes, Pete Buttigieg, habló con los gobernadores de Carolina del Sur, Henry McMaster, y Kentucky, Andy Beshear, reseñó el portal Político.
En paralelo, los cinco miembros del recién creado "Gabinete del Empleo" -Raimondo, Walsh, Buttigieg, la secretaria de Energía Jennifer Granholm y la secretaria de Vivienda y Desarrollo Urbano Marcia Fudge- se dirigieron a la televisión para llegar a las circunscripciones de todo el país. Este grupo presentó partes del plan de inversión; entre ellas la mejora de la red eléctrica y la sustitución de las tuberías de plomo por agua potable en las principales ciudades, algunas de ellas en estados clave como Georgia y Arizona.
Asimismo, se tiene previsto que en las próximas semanas tanto Biden, como la vicepresidenta Kamala Harris y los funcionarios del gabinete salgan a la calle para hablar con los estadounidenses sobre el contenido del plan de inversión en infraestructura. Ante la sociedad defenderán los proyectos individuales a nivel local y explicarán cómo afectará a sus comunidades.
La campaña de divulgación masiva, detallada a Político por varios funcionarios de alto nivel de la Casa Blanca, se produce mientras el gobierno de Biden intenta llevar un gigantesco paquete de gastos. La propuesta fue anunciada apenas unas semanas después de obtener la aprobación del Congreso para su paquete de ayuda de 1,9 billones de dólares por el COVID-19.
Algunos republicanos ya calificaron el plan de apropiación de dinero, con una serie de gastos innecesarios y subidas de impuestos.
La visión de la Casa Blanca
Los funcionarios de la Casa Blanca apuestan por que el enfoque republicano será contraproducente. Para ellos, los estadounidenses atrapados en casa durante la pandemia desarrollaron un profundo conocimiento de lo que se necesita para sobrevivir en Estados Unidos en 2021, y eso va mucho más allá de arreglar carreteras y puentes.
Esto implica ampliar la atención a los ancianos; acción con la que al mismo tiempo ayudarían a las madres de los suburbios que deben cuidar a sus padres enfermos y a sus hijos en casa, dicen. O con la mejora de las redes de banda ancha para las familias de las zonas rurales que quedaron atrapadas intentando trabajar y estudiar desde casa con redes de mala calidad.
Una persona cercana a la Casa Blanca, citada por Político, dijo que los republicanos serán vistos como "profundamente fuera de onda" si no apoyan la próxima ronda de gastos.
La directora de comunicaciones de la Casa Blanca, Kate Bedingfield, dijo que la pandemia puso de manifiesto las deficiencias de la infraestructura de Estados Unidos. "El dilema al que se han enfrentado las familias a la hora de cuidar tanto a sus hijos como a sus familiares mayores durante esta pandemia también ha sido casi existencial", apuntó; y señaló que, según las encuestas, el país está de acuerdo en la necesidad de invertir en infraestructura.
Según Bedingfield, Biden fue el que propuso dividir el paquete en dos; el plan de empleo anunciado la semana pasada y un plan para las familias estadounidenses que anunciarán más adelante. Esta sería la forma más aceptable de venderlo al Congreso, señaló.
En la Casa Blanca también consideran más sencillo vender el paquete en dos grandes grupos; la parte de creación de empleo del primer plan de inversión, y la parte de economía solidaria del segundo.
Plan de inversión todavía sin plazo
La Casa Blanca no dio un plazo en el cual esperan que se apruebe el plan de inversión, a diferencia del paquete de rescate de COVID-19. Son conscientes del apoyo público que están viendo para un impulso en el gasto de infraestructura y no quieren perder el impulso que movió su último paquete. Los asesores de la Casa Blanca dicen que también quieren crear el espacio para conversaciones políticas serias.
El jefe del Consejo Económico Nacional de la Casa Blanca catalogó de "sustanciales" sus conversaciones con los legisladores. Sin embargo, espera profundizar más en los detalles de la propuesta tras el receso de Pascua del Congreso. "Lo que queremos evitar es que no avancemos, que cualquiera de los participantes en el proceso intente ralentizar las cosas por ralentizarlas", dijo Deese.
También sería una señal de que la Casa Blanca está dispuesta a avanzar sin los republicanos; al igual que con el proyecto de ley de rescate de COVID-19 que se aprobó sólo con los votos demócratas.
La postura republicana
Los legisladores republicanos han manifestado su intención de adoptar la misma postura en el próximo gran paquete legislativo.
En su intervención en el programa "Fox News Sunday", el senador Roy Blunt instó a Biden a desglosar la sección de su propuesta centrada en las "infraestructuras tradicionales", que, según él, podría obtener el apoyo de los republicanos.
"Mi consejo a la Casa Blanca ha sido que aproveche esa victoria bipartidista, que lo haga de forma más tradicional en materia de infraestructuras, y que luego, si quiere imponer el resto del paquete a los republicanos y al Congreso y al país, sin duda podría hacerlo", dijo Blunt.
If the White House kept a targeted focus on infrastructure, there would be opportunity for a bipartisan package that meets our country's critical infrastructure needs. But that hasn't been their approach.
More from my conversation with @GStephanopoulos on @ThisWeekABC pic.twitter.com/KqiTKuX2Hz
— Senator Roy Blunt (@RoyBlunt) April 4, 2021
Por su parte, el senador Roger Wicker dijo en el programa "Meet the Press" de la NBC que los republicanos del Senado nunca se alinearían detrás de la propuesta de Biden, siempre y cuando deshaga los recortes de impuestos de 2017 del expresidente Donald Trump para pagarla.
What President Biden proposed this week is not an infrastructure bill.
It is a huge tax increase on small businesses and on job creators in the United States of America. pic.twitter.com/rehAf2bGT8
— Senator Roger Wicker (@SenatorWicker) April 5, 2021
Deese confirmó que ha escuchado en sus reuniones con los republicanos la misma crítica a la propuesta de Biden de subir los tipos impositivos de las empresas. "Esa es una conversación que anticipamos", dijo.
Los asesores de la Casa Blanca confían en que esos argumentos del Partido Republicano son políticamente insensibles; así como consideran que los republicanos cometieron un gran error estratégico al oponerse al popular plan de rescate COVID-19.