La Casa Blanca defendió este viernes la decisión "valiente" del presidente Donald Trump de abandonar el Acuerdo de París, en un escenario que perfiló a China y la Unión Europea como los nuevos abanderados de la lucha contra el cambio climático.
El mandatario estadounidense quedó claramente aislado, ante una ola global de decepción, estupor y la abierta frustración por irse de un portazo de un entendimiento alcanzado por 195 países para reducir las emisiones de gas de efecto invernadero.
"El presidente ha tomado una decisión muy valiente", dijo este viernes en la Casa Blanca el director de la Agencia de Protección Ambiental estadounidense, Scott Pruitt, para quien "no hay razón para que pidamos disculpas como país".
"El mundo aplaudió cuando adherimos al Acuerdo. ¿Saben porqué? Pienso que aplaudieron porque sabían que pondría a nuestro país en desventaja", afirmó Pruitt.
En particular, añadió, "los líderes europeos querían que permaneciéramos (en el acuerdo) porque saben que seguiría encadenando nuestra economía".
Pruitt, sin embargo, se negó a responder si Trump cree o no en el cambio climático como un hecho comprobable científicamente, alegando que no tuvo "oportunidad de esta discusión con él".
Durante la campaña electoral, Trump había llegado a afirmar que el cambio climático era una "farsa" lanzada por China para obtener beneficios en el intercambio comercial.
Por su parte, el secretario de Estado, Rex Tillerson, dijo este viernes que Estados Unidos mantendría sus esfuerzos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Fronda externa e interna
Mientras Pruitt y Tillerson defendían a un Trump claramente contra las cuerdas, la comunidad internacional envió señales de que no permanecerá de brazos cruzados o apenas lamentándose por la salida de Washington del Acuerdo de París.
En Bruselas, China y la Unión Europea aprovecharon el vacío de liderazgo para mostrar sintonía sobre el tema, a pesar de las diferencias comerciales, según anunció el presidente del Consejo Europeo Donald Tusk tras una reunión con el primer ministro chino Li Keqiang.
Angela Merkel, jefa de gobierno de Alemania, el país más poderoso de la Unión Europea, calificó de "altamente lamentable" la salida de Estados Unidos del acuerdo de París.
La decisión de Trump suscitó también fuertes reacciones en los propios Estados Unidos, donde gobernadores, alcaldes y empresarios anunciaron que tomarán la lucha contra el cambio climático en sus manos y harán lo posible para reducir las emisiones.
Michael Bloomberg, el octavo hombre más rico del mundo según Forbes y actual enviado de la ONU para el cambio climático, prometió 15 millones de dólares para apoyar los esfuerzos de la organización en su lucha contra el calentamiento del planeta, la misma cifra que la ONU dejará de percibir de Washington.
"Alcaldes, gobernadores y líderes empresariales de los dos partidos políticos están firmando un comunicado de apoyo que someteremos a la ONU. Y juntos lograremos las metas de reducción de emisiones que Estados Unidos hizo en París en 2015″, afirmó Bloomberg en un comunicado.
Respeto a los compromisos
"Los estadounidenses honrarán el acuerdo de París liderando de abajo hacia arriba, y no hay nada que Washington pueda hacer para detenernos", agregó el exalcalde de Nueva York, que viajó el viernes a París para reunirse con el presidente Emmanuel Macron en un acto de solidaridad.
Minutos después del anuncio de Trump los gobernadores de Nueva York, California y Washington anunciaron la creación de una "alianza por el clima" que buscará cumplir la meta estadounidense prometida en 2015 en el acuerdo de París, firmado por todos los países del planeta menos Nicaragua y Siria.
Los gobernadores demócratas de Connecticut y Rhode Island y al menos dos republicanos, de Massachusetts y Vermont, anunciaron el viernes que se suman a la alianza, ahora bipartidaria.
El diario The New York Times informó que el grupo al que Bloomberg hace referencia ya cuenta con 30 alcaldes, tres gobernadores, más de 80 rectores de universidades y más de 100 empresas.
Responsables de firmas como Tesla, Disney, General Electric e incluso las petroleras ExxonMobil y Chevron reiteraron también sus compromisos con el pacto climático.
El último responsable empresarial en sumarse a las críticas a Trump fue Andrew Liveris, CEO del grupo agroquímico estadounidense Dow Chemical.
"Los líderes no abandonan la mesa, permanecen en ella", dijo Liveris al canal de información financiera CNBC.
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China y Estados Unidos representan conjuntamente cerca del 40% de las emisiones de gases de efecto invernadero y su compromiso había sido crucial para lograr el Acuerdo de París.
Aunque la salida efectiva de Estados Unidos podría tener lugar en 2020, después de invocar el artículo 28 del acuerdo, el presidente estadounidense ya precisó que los compromisos no vinculantes del acuerdo cesarán con efecto inmediato.