Las cárceles de América son un horror, no sólo en Ecuador, cada cierto tiempo hay una masacre entre los desterrados y confinados.
El Político
Los cuatro motines simultáneos en cárceles de Ecuador dejaron el martes imágenes que han espantado los suramericanos.
Hasta este miércoles, se hablaba de 79 fallecidos, todos ellos reos, y una nueva crisis carcelaria en el Gobierno en funciones de Lenín Moreno.
Pero lo que pasa en Ecuador también es una realidad frecuente en Brasil, en Colombia, en Venezuela, en México e incluso en las imágenes de maras detenidos que promueve con entusiasmo el gobierno de Nayib Bukele en San Salvador.
Cárceles en lucha por cuotas de poder
En el horror de las cárceles se van conformando grupos de poder para obtener beneficios que les permitan sobrevivir.
"Es necesario y urgente el rediseño de la política criminal, la contratación y capacitación de suficiente personal penitenciario, una efectiva resocialización de la población reclusa y al acceso a los servicios de salud", expresa un informe de la Cruz Roja Colombiana.
Urge el rediseño de las cárceles
El director del sistema penitenciario (SNAI), Edmundo Moncayo, habló de una lucha encarnizada por el poder en la que están implicadas al menos seis bandas ecuatorianas relacionadas con el narcotráfico.
Se trata de Los Choneros, cuyo líder fue asesinado por un sicario tras recuperar su libertad en diciembre, Los Lagartos, Los Lobos, Tiguerones, Los Pipos, y Chonekillers.
Pese a haber anunciado por la mañana que la situación estaba ya controlada en los cuatro centros penitenciarios, los altercados provocaron a media tarde la dimisión del subdirector del sistema penitenciario, Orlando Jácome.
A última hora, el comandante general de la Policía, Patricio Carrillo, alertó de que había un nuevo amotinamiento en la cárcel de Guayaquil.
Agresividad e irracionalidad
La policía intervino ante la “agresividad e irracionalidad”, dijo Carrillo, de los grupos delictivos.
El ministro de Gobierno, Patricio Carrillo, confirmó que hubo un intento de fuga que fue frustrado por policías y militares, tras los últimos amotinamientos registrados.
Carrillo indicó a través de su cuenta de Twitter, que la madrugada de este jueves se registró el intento de fuga.
Hasta ahora se ha retomado el control de dos cárceles de Ecuador tras los amotinamientos de esta noche
Activan Comités de Seguridad
Al momento no se ha dado una cifra oficial de cuántos reos intentaron fugarse. Sin embargo, según versión de algunos medios, ha sido un total de 13 presos.
"He dispuesto activar los Comités de Seguridad en provincias, especialmente Guayas, Azuay y Cotopaxi, a fin de gestionar la crisis carcelaria", escribió el Ministro en twitter.
Familiares que sufren
Los familiares de los presos lloraban en los exteriores atenazados por la incertidumbre y la impotencia.
La policía antimotines entró en los cuatro centros con armas de largo alcance, escudos y bombas de gas.
Los altercados tuvieron lugar en dos de las prisiones más grandes del país
La N°4 de Guayaquil y la de El Turi, en la ciudad de Cuenca—, en otra de Latacunga y en una cuarta en Guayaquil.
Estado de Emergencia continental
Una funcionaria de prisiones de El Turi dijo que no se actuó a tiempo y dejaron proseguir el ataque, el mayor incidente violento en la historia de las cárceles de Ecuador.
La tensión dentro de los centros de detención de Ecuador viene cocinándose desde hace al menos dos años.
Motines en las cárceles desde hace años
En 2019, una serie de motines en apenas un mes y medio condujo al presidente a declarar el estado de emergencia en el sistema penitenciario. Entonces, las autoridades reconocían que había un abultado déficit de recursos e infraestructura que hacía imposible mantener el control y la seguridad dentro de los centros.
Falta protección
El Ministerio de Gobierno ha llamado la atención sobre la desprotección de los guardias penitenciarios, que no tienen permitido llevar armas de fuego dentro de los recintos. Solo pueden portar herramientas disuasivas.
En algunas cárceles no hay ni siquiera comedores y los prisioneros que cumplen condena de privación de libertad reciben sus comidas en recipientes de plástico en sus propias celdas.
Hacinamiento abrumador en las cárceles
El hacinamiento es un problema reconocido oficialmente desde hace años, pese a la construcción de nuevas cárceles.
El director del SNAI achaca el déficit a la legislación penal nacional y al hábito de los jueces de enviar a prisión provisional a acusados cuando hay riesgo de que no comparezcan a juicio.
Edmundo Moncayo dijo que los condenados con sentencia firme convivan con personas que aún están siendo procesadas. Eso ocurre en todas las cárceles de América.
En Venezuela, cárcel es sinónimo de tortura
La ocupación de los centros de detención preventiva de Venezuela alcanzó el 325% al cierre del 2020, dijo el jueves una ONG destacando las insalubres condiciones de esos recintos.
Con unos 7.457 cupos disponibles, los 273 centros de detención albergan a unas 24.218 personas, dijo Magaly Huggins, coordinadora de investigación de Una Ventana a la Libertad, que se dedica a los derechos humanos de los reclusos.
Prisiones abarrotadas
En 2019, los detenidos eran unos 19.000 en 200 centros monitorizados por la ONG, que el año pasado amplió su estudio a 273 centros, de los 500 que hay en todo el país, explicó.
Los centros "están infectados, contaminados (…) muchos tienen que hacer sus necesidades en letrinas improvisadas o en bolsas plásticas", dijo Huggins al presentar un informe en una conferencia online.
Agregó que la mayoría de los centros carecen de servicio de agua potable, pocetas, duchas y ambulancias.
En Venezuela, los centros de detención preventiva son espacios transitorios hasta por 48 horas, mientras la persona es presentada a las autoridades para decidir su libertad o su ingreso a una cárcel, por lo tanto no están acondicionadas para largas estadías, dijo Huggins.
El fiscal general, Tarek Saab, dijo el jueves que el total de detenidos en los centros es de unos 22.700.
"Es necesario la construcción de nuevos centros"
Dijo el fiscalSaab en una intervención en la Asamblea Nacional transmitida por la televisora oficial.
Agregó que los detenidos ya condenados debían ser transferidos a prisiones y que se requería que en los centros se brindara atención frecuente de salud.
En 2020 fallecieron al menos 208 detenidos en estos centros. De ese total, 143 decesos se produjeron debido a enfermedades como tuberculosis.
Brasil: una estructura racista y violenta
La Iglesia Católica de Brasil ha intentado llamar la atención sobre la situación carcelaria de los presos.
La Pastoral penitenciaria brasileña lanza un informe en el que consta como se ha producido un significativo aumento de las denuncias de casos de tortura desde el inicio de la pandemia en marzo de 2020.
"La pandemia de la tortura en las cárceles"
Un informe que reseña los casos y denuncias relacionados con la pandemia del coronavirus recibidos por el Ministerio de Prisiones de Brasil durante 2020.
Así lo informa la página web de la Conferencia Episcopal de Brasil
Entre el 15 de marzo y el 31 de octubre de 2020, la Pastoral Penitenciaria Nacional recibió 90 denuncias de casos de tortura, que implicaban numerosas violaciones de derechos en diversas unidades penitenciarias del país.
La violación del derecho a la salud de la población privada de libertadfue el centro de las quejas recibidas el año pasado en el período de la pandemia
Unos 67 de los 90 casos (74,44%) se refieren a la negligencia en la prestación de asistencia sanitaria.
La Iglesia alerta sobre el suministro precario de alimentos, ropa, higiene personal y productos de limpieza.
Los familiares, los activistas e investigadores coinciden con las conclusiones del informe en cuanto al uso de la pandemia.
"Una tortura que refuerza la estructura racista y violenta de la prisión".
Hacinamiento en las cárceles colombianas
Hacinamiento en los establecimientos penitenciarios, o de la alarmante ausencia de infraestructura apropiada para cumplir con los fines resocializadores de la pena no es algo nuevo en Colombia.
La propia Corte Constitucional ha declarado en tres oportunidades la existencia de un estado de cosas inconstitucional en las cárceles del país.
Además de la infraestructura deficiente, el número de funcionarios disponibles para trabajar en planteles penitenciarios es bastante bajo en relación con el número de presos, revela e informe da la Cruz Roja.