Funcionarios de la Dirección de gestión policial del instituto autónomo de la policía municipal de Chacao confirmaron la captura de Gabriel Carlos Salinas Mendoza en ese territorio, quien es señalado de ser el sexto implicado en el asesinato del fiscal paraguayo Marcelo Pecci.
El Político
El fiscal Marcelo Pecci, quien lideraba uno de los mayores operativos antimafia en la historia de Paraguay, un país clave en la red de tráfico de drogas de la región, fue asesinado en Cartagena el pasado 10 de mayo, reportó Semana.
¿Por qué es importante?
De acuerdo con las autoridades, Salinas es uno de los autores materiales del homicidio ya que fue el conductor de la moto acuática en la cual se movilizaron los sicarios que atentaron contra el fiscal en las playas de Barú durante su luna de miel.
Salinas se encontraba profugo de la justicia desde hace siete meses y contaba con circular azul de la Interpol.
El implicado habría huido a Venezuela, su país natal, después del homicidio, mientras los demás responsables fueron capturados en Medellín en los días siguientes.
La banda estaba compuesta por cinco personas; entre ellas un venezolano de 31 años, que fue quien disparó a quemarropa los tres tiros con pistola nueve milímetros.
Una mamá y su hijo fueron los campaneros encargados de seguir al fiscal Pecci y su esposa, Claudia Aguilera.
Otro más manejaba la moto acuática y, el último, era el jefe y el encargado de conducir el carro que los esperaba a pocos metros de la playa, en el cual emprendieron la huida.
Según Andrés González Díaz, director del Centro de Análisis de Datos, el informe se hizo teniendo en cuenta delitos de alto impacto. González reconoce que el número de homicidios presentó una disminución en un 3 %.
Correa "fue la persona que estructuró esa operación con unos sicarios que llegaron a Cartagena desde Medellín", aseguró el fiscal general de Colombia, Francisco Barbosa.
Sobre todos ellos pesan acusaciones de homicidio agravado y porte ilegal de armas, y han sido encerrados en una cárcel de alta seguridad.
En contexto
Pecci, uno de los fiscales antimafia más importantes de Paraguay, fue asesinado por sicarios en una playa de un hotel en la isla de Barú, cercana a la ciudad de Cartagena de Indias.
El embajador de EEUU en Paraguay, Marc Ostfield, se sumó al "dolor del pueblo paraguayo" por este hecho.
"Marcelo Pecci encarnó el trabajo duro, la perseverancia y la honestidad. Comprometido con el Estado de derecho, buscó incansablemente hacer Justicia para los paraguayos", agregó el embajador.
Y aunque admitió que "todos estos esfuerzos no traerán a Marcelo de regreso con su familia", anticipó que EE. UU. trabajará con sus socios en Paraguay y Colombia y prometió que no se detendrán "hasta que cada individuo involucrado en este asesinato sea llevado ante la Justicia".
Además de las confesiones de los autores, la fiscalía colombiana cuenta con más de un centenar de evidencias, desde comunicaciones interceptadas hasta imágenes de cámaras de seguridad, como la que muestra al fiscal paraguayo y sus verdugos momentos antes de los hechos.
Las publicaciones en redes sociales de la esposa de Pecci, la periodista Claudia Aguilera, habrían ayudado a los sicarios, según indican los detalles de la investigación.
Entre líneas
El procedimiento se realizó en la ciudad de Caracas. Salinas Mendoza era quien conducía la moto acuática que transportó al homicida. El proceso se encuentra en Fiscalía Primera Delegada ante el Tribunal de Bogotá, estando en condición de indiciado.
El pasado 19 de agosto, la Fiscalía colombiana acusó formalmente a Francisco Luis Correa Galeano, que fue el único de los cinco detenidos dentro de las investigaciones por el asesinato de Pecci en declararse inocente.
La Fiscalía considera que Correa es el responsable de coordinar el asesinado del fiscal antimafia.
Según un trabajo de la BBC, el crimen fue financiado con más de 2.000 millones de pesos colombianos (US$ 528.000) que se repartieron entre varias personas, afirmó el fiscal colombiano.
En conclusión
Semana señala que de forma sigilosa y en voz baja, los equipos élite de investigación han venido develando el aparato criminal detrás del homicidio y están hablando con nombre propio.
En el radar de las autoridades aparece el nombre del uruguayo Sebastián Marset, prófugo de la justicia, líder de una organización dedicada al narcotráfico y al lavado de activos en Paraguay, muy cercano al negocio del fútbol, y que extiende sus tentáculos en Suramérica.
A esto se suman las relaciones con otro poderoso cartel de la mafia paraguaya conocido como los Insfrán. Esta red, que se extendió a Brasil y a Colombia, involucrándose en negocios de narcotráfico, ha sido golpeada duramente y de ahí han salido contundentes pistas, incluso desde antes de que se diera el asesinato de Pecci.
Por eso el fiscal paraguayo era un objetivo de alto valor para los criminales.
Como se sabe, Pecci había encabezado la más importante operación contra el narcotráfico en su país llamada Al Ultranza Py, en la que se logró la captura de Miguel Ángel Insfrán, alias Tío Rico, y su hermano José Insfrán, un supuesto pastor que lideraba uno de los clanes más fuertes del narcotráfico en Paraguay.
Paraguay es uno de los mayores productores de marihuana de América del Sur, que abastece a Brasil, Argentina y Chile, entre otros países, y es un centro de distribución regional de la cocaína boliviana con destino a Brasil, Argentina y Europa, según se determinó en la operación "A Ultranza PY".