El desborde de violencia delincuencial que ha azotado a Ecuador en los últimos años ya llegó a sus más altas esferas políticas. Así lo dejó claro el asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio, a tan solo diez días de las elecciones.
El Político
El suceso conmocionó a la nación andina y a toda Latinoamérica, una región donde la violencia política no es rara. Basta recordar el homicidio del candidato presidencial colombiano Luis Carlos Galán en 1989. O el del mexicano Luis Donaldo Colosio en 1994, también en medio de una contienda por la máxima magistratura.
Pero en Ecuador no hay precedentes. De ahí que millones se pregunten: ¿Por qué? ¿Quién se beneficiaría de que Villavicencio de pronto desapareciera? Pues lo cierto es que esa lista es larga.
Un paladín contra el crimen
La denuncia era el punto fuerte de Fernando Villavicencio en su trayectoria como político. Como parlamentario fue un inquisidor altisonante de las bandas criminales que llevan años haciendo estragos en Ecuador.
Naturalmente, eso le acarreó no pocos enemigos en la delincuencia organizada. De hecho, apenas días antes del atentado exitoso contra su vida, alertó que era objeto de amenazas por una de las bandas más peligrosas: “Los Choneros”.
De manera que una primera hipótesis sobre la motivación de los homicidas, y quizá la más plausible, es que se trate de mafias inquietas por la posibilidad de que un archienemigo llegue a la presidencia.
“Aquí estoy doña luisa Gonzales, a mi me han dicho que use el chaleco (antibalas) pero aquí estoy a camisa sudada” como una crónica de una muerte anunciada, el fallecido candidato a la presidencia se refería a el uso del chaleco antibalas, mencionando a la candidata de Rc5 Luisa… pic.twitter.com/wcYX6SB26x
— Ecuador Al Día 365 (@ecuadoraldia365) August 10, 2023
No sería la primera vez que hampones asesinan a un alto funcionario que les resulta incómodo. Por ejemplo, Rodrigo Lara Bonilla, entonces ministro de Justicia de Ecuador, fue asesinado en 1984 por orden del infame narcotraficante Pablo Escobar. Más recientemente, está el caso del fiscal paraguayo anti narcos Marcelo Pecci, ultimado en Cartagena (Colombia) el año pasado.
Al día siguiente del asesinato de Villavicencio, circuló en redes sociales un video en el que sujetos con el rostro tapado, que se identificaron como miembros de la banda “Los Lobos”, se atribuyeron el asesinato. Pero periodistas ecuatorianos han señalado que la pieza audiovisual tiene el sonido editado y que ni siquiera corresponde a miembros de la banda.
Enemigo del correísmo
Villavicencio tenía una némesis mucho más conocida que cualquier capo de la droga: el expresidente Rafael Correa. En su faceta de periodista, destacó por sus reportes sobre presunta corrupción durante el gobierno del líder izquierdista, desde hace años prófugo de la justicia de su país. Por ello fue sometido a procesos judiciales y hasta por un tiempo se asiló en Perú.
La animosidad entre ambos hombres se extendió hasta el final. En noviembre del año pasado, Villavicencio se refirió a Correa como un “delincuente”. El exmandatario le devolvió la acusación y le advirtió que “pronto se le acabaría la fiesta”. Luego del asesinato, Correa lamentó los hechos, expresó solidaridad con los familiares de Villavicencio y dijo que Ecuador se ha vuelto “un Estado fallido”.
![A Rafael Correa le esperan ocho años de cárcel, por delitos de corrupción.](https://vpol1tico.com/wp-content/uploads/2022/04/rafael-correa.jpg)
No faltaron quienes denunciaran que Correa está detrás del homicidio, incluyendo a la mismísima hermana de Villavicencio, Alexandra. En declaraciones a la prensa, señaló que se trata de un “complot” del cual Correa es parte.
Pudiera alguien sospechar que en efecto al correísmo le convendría quitarse de en medio a un candidato tan molesto para sí a puertas de unas elecciones presidenciales. Pero esa conjetura estaría reñida con lo que dicen las encuestas de intención de voto. En prácticamente todas, la favorita es la ex diputada Luisa González, abanderada del movimiento correísta Revolución Ciudadana. Villavicencio, en cambio estaba en un distante segundo, tercero o hasta cuarto lugar, dependiendo del sondeo.
Trato peculiar con Lasso
Curiosamente, en el “complot” que denunciara Alexandra Villavicencio contra su hermano, incluyó a otro enemigo de Correa. A saber, el actual gobierno, presidido por Guillermo Lasso. Por su parte, la esposa del candidato, Verónica Sarauz, dijo que hubo negligencia por parte del Estado, por los fallos en la seguridad brindada a su cónyuge.
¿Es entonces posible que el gobierno haya estado involucrado? Si bien Villavicencio puede ser en todo caso identificado ideológicamente como centroderechista, su relación con el conservador Lasso era ambigua. Según reseñó la BBC, las investigaciones por corrupción en la industria petrolera ecuatoriana que Villavicencio impulsó como diputado se extendieron hasta el gobierno de Lasso.
Durante el juicio de este año al Presidente en la Asamblea Nacional, Villavicencio, al frente de la Comisión de Fiscalización y Control Político, emitió un informe favorable al mandatario. Ello le valió nuevas críticas del correísmo, de las cuales se defendió negando ser próximo a Lasso.
![](https://vpol1tico.com/wp-content/uploads/2023/03/Guillermo-Lasso-1.jpg)
Además, el Movimiento Construye, que lanzó a Villavicencio a la presidencia, al mismo tiempo está nominando para el parlamento a Patricio Carrillo. Este fue el ministro del Interior de Lasso en 2022 y, como tal, estuvo encargado de la reacción gubernamental a las protestas que sacudieron Ecuador ese año.
Por último, cabe señalar que Lasso no es un aspirante a la reelección que estuviera compitiendo con Villavicencio. Las presentes elecciones son producto de la decisión presidencial de disolver la Asamblea Nacional antes de que concluyera un juicio político en su contra. Esto constitucionalmente obligó a convocar por adelantado comicios tanto presidenciales como legislativos. Aunque Lasso estaba facultado para competir, prefirió abstenerse.