James Bradley, el conductor del camión en el que estuvieron encerrados decenas de inmigrantes sin ventilación en el sur de Texas, 10 de los cuales han muerto, declaró a los investigadores que desconocía que hubiera personas dentro del remolque.
Bradley, de 60 años y natural de Clearwater (Florida), testificó ante los investigadores de la tragedia y narró que abrió el remolque del camión, cuyos sistema de aire acondicionado no funcionaban, cuando paró en un estacionamiento de la cadena de tiendas Wal-Mart en San Antonio, momento en el que oyó golpes procedentes del interior.
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"Negó saber que había personas en el remolque" y dijo que las descubrió cuando escuchó "golpes y sacudidas" cuando salió del vehículo para ir al baño, informó la oficina del Fiscal del Distrito Occidental de Texas, que agregó que el conductor también declaró a los investigadores que "intentó darles ayuda".
El camionero puede ser procesado por transporte ilegal de personas con resultado de muerte, un crimen que es castigado con cadena perpetua o incluso a la pena capital, según la Fiscalía.
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Según los registros públicos de su historial criminal citados por los medios locales, el conductor, que también usa el nombre de James Bear Bradley, tiene un largo historial policíaco desde hace, al menos, 20 años y llegó a estar en la cárcel varias veces.
Según dichos registros, Bradley ha sido detenido con anterioridad en varios estados por delitos como robo agravado, amenazas con armas mortales, agresión, fuga y numerosas infracciones de tráfico.
Con información de EFE