La mayoría de los demócratas han afirmado que el cambio climático es una emergencia nacional y una gran oportunidad política, pero ¿realmente es así?
El político
Elissa Slotkin, quien fue subsecretaria de defensa del presidente Barack Obama y contribuyó a dirigir el primer estudio del Pentágono sobre cómo el cambio climático amenaza las bases militares estadounidenses ha utilizado el tema ambiental como una oportunidad política, aseveró politico.com.
Slotkin fue candidata demócrata al Congreso en 2018, en ese momento rebatió a su oponente republicano por cuestionar el consenso científico sobre el cambio climático, y eso la llevó a ser representante demócrata del Congreso.
Pero Slotkin no apoya el Green New Deal, que es un grupo progresivo que quiere colocar el cambio climático como un problema nacional, y cuyo máximo representante de la Cámara de Representantes es Alexandria Ocasio Cortez.
Para Slotkin, ese grupo es muy radical y polarizante, y sirve para que Donald Trump y otros republicanos aseguren que los demócratas son socialistas. Al respecto, la congresista aseveró, "Mi distrito está muy preocupado de que los demócratas se tambaleen hacia la izquierda", y subrayó, "Sé que la cara de Alexandria Ocasio Cortez estará en cada anuncio en mi contra en 2020″.
"Soy pragmática y represento a mucha gente pragmática", puntualizó Slotkin, y agregó, ‘¿Por qué decir que necesitamos un cambio social masivo para reducir las emisiones? ¿Cómo construye eso el consenso?"
Green New Deal
Actualmente en Estados Unidos se está transformando la política dirigida hacia el cambio climático debido a que está viendo sus efectos con las olas de calor globales, los incendios en California y el Amazonas, las inundaciones del medio oeste y los huracanes cada vez más fuertes, pero también porque Green New Deal ha llevado el tema a la agenda política nacional.
Al analizar las encuestas se observa que el cambio climático se ha convertido en una de las dos principales prioridades para los votantes demócratas, rivalizado solo por la atención médica.
Por ello los candidatos presidenciales del partido demócrata están realizando planteamientos agresivos para que Estados Unidos dejen los combustibles fósiles.
Los republicanos opinan
A pesar de que Trump niega el cambio climático, promueve el uso de combustibles fósiles y afirmar que las turbinas eólicas causan cáncer, otros republicanos están reconociendo que las emisiones de gases causan el efecto invernadero y son un problema, por ello piden "innovación" y "adaptación" para tratar con esos problemas, en oposición a la transformación económica que promueve Green New Deal.
También grandes corporaciones como las petroleras BP y Shell, fueron a Capitol Hill para presionar por modestos impuestos al carbono, esa fue la respuesta a la presión de sus accionistas y el público para que apoyaran alguna iniciativa a favor del clima, informó politico.com.
Así como existe una distinción entre los republicanos que reconocen que existe el cambio climático y los que lo niegan, también existe una brecha entre los demócratas que apoyan soluciones radicales y aquellos que buscan acuerdos menos drásticos, como el caso de Slotkin.
Batalla contra el Green New Deal
En estos momentos en el partido demócrata existe una batalla interna sobre el Green New Deal, que por los momentos es un llamado a una acción dramática para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero que una agenda legislativa específica, pero la misma ha sido calificada por los más conservadores Fox News como una cruzada de izquierda para prohibir la carne y los viajes aéreos.
Por ello no es una coincidencia que Trump haya prometido postularse para la reelección contra el Green New Deal, o que los republicanos del Senado forzaran a votar sobre él, o que ningún demócrata del Senado se atreviera a votar a favor del mismo.
Incluso la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, si bien apoya los profundos recortes de emisiones y denuncia los esfuerzos de Trump para sacar a Estados Unidos del acuerdo climático de París, se ha negado a apoyar Green New Deal.
Cambio climático tema partidista
El cambio climático se ha convertido en un tema partidista en Estados Unidos, así los estados demócratas como Nueva York, California, Washington, Nueva Jersey, Nuevo México, Nevada y Maine han aprobado proyectos de ley radicales que requieren neutralidad climática en toda la economía para 2050 o antes.
Mientras los estados republicanos no han aprobado una legislación a favor de evitar el cambio climático.
El senador de Hawai, Brian Schatz, que preside un nuevo comité demócrata sobre la crisis climática, dedicó una audiencia completa en julio a los conservadores que apoyan la acción climática, y confía en algunos esfuerzos bipartidistas para promover la infraestructura y la investigación de energía limpia.
Mientras, el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático, solicitó, "cambios rápidos, de largo alcance y sin precedentes en todos los aspectos de la sociedad" para reducir las emisiones tóxicas.
Pero políticamente es muy arriesgado apoyar cambios rápidos, de largo alcance en todos los aspectos de la sociedad.
Para los ciudadanos los republicanos están fuera de la corriente principal del cambio climático, y eso hace que Green New Deal sea visto como un grupo que desea afrontar los problemas ambientales, pero hace que los demócratas que no comparten sus criterios estén detrás de ellos en la búsqueda de solución para el medio ambiente.
Esta situación expone las tensiones que existen dentro del Partido Demócrata entre el centro y la izquierda, líderes del Congreso e insurgentes, grupos laborales y grupos verdes, e incluso entre varias facciones dentro del movimiento Green New Deal.
La mayoría de los candidatos demócratas para las primarias de las elecciones de su partido para el 2020 han expuesto el tema del cambio climático en la mayoría de sus discursos. Por ejemplo, los senadores Elizabeth Warren y Bernie Sanders han presentado una guerra contra los combustibles fósiles. El ex vicepresidente Joe Biden, planteó un plan para descarbonizar todo el país para 2050, detalló el politico.com.
Existen diferencias sutiles entre los candidatos, pero todos los demócratas representan un marcado contraste con Trump, quien ha designado defensores de combustibles fósiles con ideas afines en toda su administración y el poder judicial. De hecho incluso hizo que Estados Unidos fuese la única nación que rechazó el acuerdo de París, e incluso rechazó públicamente la Evaluación Nacional del Clima publicada por su propia administración como alarmismo de izquierda.
Ocasio-Cortez y Green New Deal
A pesar de los ataques de Trump contra quienes apoyan políticas que contrarresten el cambio climático, Alexandria Ocasio Cortez logró que el tema entrara en la agenda política debido a que ella es la principal celebridad de Capitol Hill.
Logró llamar la atención sobre el cambio climático con su Green New Deal. Además está moviendo el voto de los jóvenes ecológicos.
Este aspecto debe ser considerado por los demócratas si quieren derrotar a Trump en las elecciones del 2020, incluso si usa tácticas que no le gusta a los demócratas más conservadores.
Para Rhianna Gunn-Wright, quien colaboró en la elaboración de Green New Deal, "La gente quiere acción ahora" y que se aborde los problemas del cambio climático rápido, manifestó el politico.com.
El representante Garrett Graves de Louisiana, el republicano de mayor rango en el nuevo comité de la Cámara que investiga el cambio climático, aseveró, "Negar la ciencia no es una posición sostenible, y más republicanos deben enfrentar la realidad en este tema", pero también afirmó, "Pero también está ocurriendo una guerra civil en el lado demócrata. Si el Green New Deal no puede obtener un solo voto en el Senado de los EE. UU., obviamente tampoco lo han descubierto".
De hecho, seis meses después de la presentación de la resolución Green New Deal, con objetivos climáticos de largo alcance pero pocas políticas climáticas específicas, sus partidarios aún no han introducido una legislación sustantiva para lograr esos objetivos.
Mientras los demócratas de la Cámara, escépticos del Green New Deal, han introducido dos planes relacionados con el cambio climático, en ambos solicitan emisiones netas cero para 2050.
Negación del clima
La negación del clima no siempre fue un valor republicano. En el 2008, el candidato presidencial republicano contra Obama, John McCain, hizo una campaña para frenar las emisiones de carbono, mientras que el ex presidente republicano Newt Gingrich y la presidente demócrata Nancy Pelosi filmaron un anuncio para la organización sin fines de lucro de Gore en la cual se sentaron en un sofá y acordaron que la acción climática no debería ser partidista.
Las cosas cambiaron después de la elección de Obama cuando los republicanos de Washington se unieron para derribar el plan del presidente de los Estados Unidos y convirtieron el clima en un nuevo campo de batalla en las guerras de cultura política de la nación.
Los medios conservadores retrataban habitualmente el calentamiento global como una estafa loca para la multitud de Birkenstock, y los pocos políticos republicanos que estaban de acuerdo con atacar el cambio climático terminaban saliendo de la acción política.
Trump desestimó el cambio climático como un engaño fabricado en China y prometiendo restaurar la gloria de la industria del carbón. Su administración ha presionado para suavizar las reglas que limitan la contaminación de las plantas de carbón y otros intereses de combustibles fósiles, la industria pesada, la agricultura y otros emisores importantes de gases de efecto invernadero.
Por ello, más de un tercio de sus propios partidarios menores de 40 años desaprueban su descarada negación de la ciencia climática, lo que explica por qué algunos republicanos en los que generalmente se puede confiar para defender sus políticas se están distanciando de su postura sobre el calentamiento global.
El director de ClearPath, Rich Powell, cuyo grupo aboga por enfoques conservadores de la acción climática, dice que ha habido un "cambio radical" entre los republicanos del Congreso, comenzando a respaldar las políticas climáticas más allá del "no".
Powell cree que "Los votantes indecisos realmente se preocupan por esto. Incluso para la base, descartar el cambio climático no es necesariamente una volcada".
De hecho, algunos demócratas están preocupados de que la nueva retórica del Partido Republicano sobre el clima pueda ayudar a difuminar las distinciones partidistas sobre el tema en 2020, cambiando el debate de la ciencia básica a la política compleja.
Pero existen políticas comunicacionales que difunden a través de Fox News para evitar que se hable sobre el problema del cambio climático, minimizándolo y refiriéndose muy mal sobre Green New Deal.
Para el activista de los derechos indígenas de 26 años de NoiseCat, Julian Brave, la actitud de Fox News indica que "Nos enfrentamos a una máquina de propaganda muy efectiva y centralizada, y tenemos que luchar". agregó, "No podemos quedarnos agachados a la defensiva, y eso es lo que han hecho los líderes demócratas en el Congreso’.
Esa insatisfacción refleja otro desafío para la política climática, las divisiones dentro del Partido Demócrata, relacionadas básicamente con la forma de comportarse y quién va a decidir, en lugar del problema ambiental.
Posición de los demócratas
La realidad es que apoyen o no el Green New Deal, la mayoría de los demócratas están de acuerdo con inversiones agresivas en energía eólica y solar, eficiencia energética, vehículos eléctricos, transporte público y casi cualquier otro enfoque comprobado para reducir las emisiones.
Del mismo modo, la mayoría de los demócratas quieren reducir los subsidios del gobierno y otros apoyos a los combustibles fósiles, endurecer las regulaciones sobre el carbono y otros contaminantes, y deshacer casi todo lo que Trump ha hecho en el ámbito del clima.
Existen algunas disputas internas sobre si alentar la energía o la tecnología nuclear libre de carbono para capturar el carbono de las plantas de combustibles fósiles, cuánto debe depender la política climática de soluciones orientadas al mercado como los impuestos al carbono o el límite y el comercio, entre otras. Pero el Green New Deal tuvo cuidado de evitar esas disputas, proclamando la necesidad de cambios ambiciosos sin explicarlos.
Aún así, los argumentos persisten y ayudan a explicar por qué los demócratas del Congreso no han sido más concretos sus políticas climáticas. También podrían causar problemas para el candidato presidencial del partido, si se presenta como pro-nuclear, antinuclear o en algún punto intermedio.
La disputa demócrata más destacada sobre la política climática es si debe centrarse exclusivamente en el clima o si debe abordar cuestiones más amplias de injusticia económica.
La resolución Green New Deal fue muy criticada por agregar ideas utópicas progresistas como garantías laborales, la atención médica universal y el mandato aún más amplio de "cualquier otra medida que el comité considere apropiada para seguridad económica ".
Algunos centristas en el Congreso e incluso algunos grupos ambientalistas creen que esos complementos polémicos enviarán un mensaje políticamente dañino de que los demócratas no agradecen la cooperación bipartidista y que sus miembros más radicales dirigirán el programa.
Pero Green New Deal dice que la única forma de arreglar el clima será inspirar a una nueva coalición progresista para recuperar Washington.
¿Qué hará Trump?
Por otra parte, Trump ya ha señalado su plan para cambiar el foco de atención del Green New Deal y la acción climática democrática en general.
El problema para los demócratas es que sus planes, suponiendo que sean serios, realmente son bastante radicales, porque todos están en línea con las recomendaciones científicas internacionales que también son drásticas.
Un cambio dramático de los combustibles fósiles podría imponer costos dramáticos a los estados que viven de ese tipo de combustible, por ello la Institución Brookings descubrió que los 13 estados con las mayores emisiones per cápita votaron por Trump en 2016, mientras que los ocho estados con las más bajas emisiones per cápita votaron por Hillary Clinton.
El auge solar y eólico está cambiando rápidamente la combinación de energía en estados rojos como Texas y Georgia, pero no está claro si los cambios serán lo suficientemente rápidos como para importar en el 2020.
Trump ha enmarcado el clima como un problema tribal clásico, aspecto que no persuade a los estadounidenses que no lo siguen, pero puede cambiar su política y hablar de lo que ocurría si se cambian las políticas a favor del cambio climático.
Por su parte, los demócratas tienen que abogar por cambiar el status quo e imponer algunos costos a corto plazo para evitar desastres difíciles de cuantificar en el futuro. Y ni siquiera pueden prometer que sus acciones mejorarán la situación.