La Cámara de Diputados de Argentina arrancó hoy la sesión de debate en la que el oficialismo espera convertir en ley el proyecto para reformar los impuestos que gravan los salarios, después de haber logrado ayer la media sanción en el Senado.
En un trámite inusualmente rápido que busca dejar en firme la modificación antes de las vacaciones de Navidad y del verano austral, el Parlamento argentino enfrenta una sesión que se prevé larga con la reforma del hasta ahora denominado "impuesto a las ganancias", muy criticado en Argentina, como clave de la jornada.
La iniciativa es un texto consensuado entre el Ejecutivo de Mauricio Macri, los gobernadores provinciales y la Confederación General del Trabajo (CGT, la mayor central obrera del país) para ampliar las bases impositivas a partir de las cuales se paga el gravamen, que ahora pasará a denominarse "impuesto a los ingresos".
Al igual que ocurrió ayer en el Senado, el oficialismo necesitará apoyos de la oposición, ya que ninguna fuerza tiene la mayoría.
Sin embargo, en el comienzo del debate -tras haber dado ya quórum para realizar la sesión-, el bloque del kirchnerista Frente para la Victoria se levantó de sus asientos para escenificar su rechazo al proyecto.
"Este proyecto está demostrando a quién le cargan lo que se llama el déficit público. Se lo cargan a los trabajadores, a los jubilados y a los monotributistas (trabajadores autónomos) porque no quisieron tocar ninguno de los intereses de las grandes corporaciones", sostuvo Héctor Recalde, jefe de la bancada kirchnerista, en declaraciones a la prensa.
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Mientras tanto, en la sala exponía el diputado oficialista Luciano Laspina, quien consideró que la iniciativa "viene a reparar una injusticia histórica, las profundas inequidades y distorsiones que se fueron generando los últimos años".
La propuesta lleva la base imponible de salario mensual a partir de la cual se aplica el denominado impuesto a las ganancias hasta 27.941 pesos (unos 1.745 dólares) para los solteros y hasta 37.000 pesos (unos 2.312 dólares) para los casados.
Este año, el impuesto se aplicaba desde los 18.800 pesos de salario mensual para los trabajadores solteros (unos 1.125 dólares) y desde los 30.500 para los casados (unos 1.875 dólares).
Su reducción o eliminación fue un fuerte reclamo de los sindicatos en los últimos años y también promesa de campaña de los principales aspirantes a la Presidencia en 2015, incluido el ganador de las elecciones, Mauricio Macri.
La elaboración de este proyecto de ley con el consenso de distintos actores logró paralizar otra iniciativa de reforma, mucho más ambiciosa, impulsada por la oposición a comienzos de este mes, que llegó a tener media sanción de la Cámara de Diputados pese al rechazo frontal del oficialismo.
El Gobierno acusaba a la oposición de haber elaborado un texto "mentiroso", en el que no cerraban "los números", y de dinamitar las proyecciones de gasto fiscal previstas en el presupuesto para 2017.
La solución de consenso tratada hoy en el Senado rebautiza el gravamen como "impuesto a los ingresos" y amplía las bases impositivas más de lo que inicialmente pretendía el Gobierno pero menos de lo que estaba contemplado en la modificación impulsada por la oposición.
Con información de EFE