El más reciente derrame de hidrocarburos ocurrido en California, Estados Unidos, llama la atención, una vez más, sobre la permisión a las operaciones de perforación petrolera en alta mar.
El Político
La versión informativa de la agencia de noticias estadounidense AP recoge las consideraciones del gobernador Gavin Newsom, quien confesó que resulta más factible fácil resistirse a nuevas perforaciones que prohibir los métodos de producción de crudo que hasta ahora se realizan.
Este estado ha liderado las argumentaciones acerca de la restricción de las operaciones de perforación petrolera en alta mar. Esto data desde el infortunado derrame de Santa Bárbara de 1969, el cual ocasionó las manifestaciones del denominado movimiento ambiental moderno. En añadidura, el último derrame en Huntington Beach generó nuevos reclamos ambientalistas para poner fin a este tipo de actividad productiva petrolera.
Aunque las autoridades del estado no han emitido un nuevo contrato de arrendamiento de agua estatal en cinco décadas, continúa la perforación desde las plataformas existentes. En paralelo, un esfuerzo legislativo de la nación norteamericana se propone impedir la ejecución de futuras perforaciones en aguas federales. Las mismas se ubican a más de 3 millas (4.8 kilómetros) de la costa californiana.
#5Oct Un derrame de petróleo de grandes proporciones continúa amenazando la costa del sur de California, su ecosistema marítimo y la vida silvestre. Además, ha creado condiciones peligrosas para los humanos. Reporte de @VozdeAmerica para #VIVOplay por: https://t.co/AyzOvt2CQ3 pic.twitter.com/yJZfngfmSY
— VIVOplay (@vivoplaynet) October 5, 2021
California: un ejemplo emblemático
Desde Huntington Beach este martes, el gobernador Newsom declaró: “Prohibir nuevas perforaciones no es complicado. La pregunta más profunda es: ¿cómo se hace la transición y aún se protege a la fuerza laboral?"
A la fecha existen 19 acuerdos para explotación de petróleo y gas en aguas costeras de California, así como 200 pozos activos. En aguas federales operan 23 instalaciones de producción de petróleo y gas frente a la costa estatal californiana.
Un oleoducto conectado a una de esas plataformas en aguas federales, administrado por Amplify Energy, con sede en Houston, arrojó a las agua cerca de 26 mil galones, unos 572 mil 807 litros de crudo pesado, en lo que se consideró uno de los peores derrames de petróleo en la historia reciente de California.
Newsom dijo que ahora hay un nuevo sentido de urgencia para frenar la producción de petróleo. Incluso mediante la emisión de más permisos para el abandono de pozos. Dijo: “Es hora, de una vez por todas, de desengañarnos de que esto tiene que ser parte de nuestro futuro. Esto es parte de nuestro pasado”.
Fuente: AP