Nayib Bukele ha cambiado los paradigmas de la política en El Salvador y sus métodos para combatir a las pandillas van desde la cárcel hasta la negociación. Las maras son organiaciones de delitos de alta organización, por lo tanto se ha teorizado la posibilidad de llegar a acuerdos con las organizaciones de pandilleros, para lograr el camino hacia una paz duradera que no se base solamente en la represión.
El Politico
Desde hace un año el joven presidente salvadoreño estaría negociando con las “maras” la reducción de asesinatos, beneficios penitenciarios y otras promesas las cuales fueron vinculadas al logro de la mayoría en las elecciones parlamentarias de 2021, según un reportaje publicado por «El Faro», un medio digital salvadoreño especializado en temas de Centroamérica y América Latina.
De acuerdo con documentos oficiales y fuentes anónimas del gobierno, funcionarios y líderes de la pandilla Mara Salvatrucha 13 se habrían reunido varias veces desde junio de 2019 en las cárceles de Zacatecoluca e Izalco Fase III.
El medio asegura que accedió a documentos del propio Ejecutivo salvadoreño, concretamente del sistema penitenciario, en los que se registran "decenas de reuniones secretas entre funcionarios y líderes pandilleros desde junio de 2019″, el mismo mes que Bukele asumió la presidencia del país.
Además, también habrán accedido a informes de inteligencia "que explican lo pactado en esos encuentros".
Según el portal, las reuniones se han llevado a cabo en el Penal de Máxima Seguridad de Zacatecoluca y en el Complejo penitenciario de Izalco. En ellas, aparentemente, participaron el director general de Centros Penales, Osiris Luna, y el director de la Dirección de Reconstrucción del Tejido Social, Carlos Marroquín, además de otros funcionarios, así como los pandilleros.
Según la información se iniciaron conversaciones para negociar con las maras, como se conoce también a estos grupos criminales, para tratar de lograr treguas en las acciones violentas, durante las campañas electorales es un tema controvertido que ha salpicado a los partidos políticos en el país centroamericano.
Reducción del número de homicidios
El objetivo de estas reuniones sería, en primer lugar, reducir el número de homicidios en El Salvador a cambio de obtener beneficios carcelarios. Este año está siendo el menos violento desde los Acuerdos de Paz, en 1992, con 519 asesinatos de enero a mayo, un descenso significativo al compararlo con los 1.345 que ocurrieron en el mismo periodo de 2019.
La reducción de la violencia ha sido uno de los principales éxitos de Bukele, presidente desde el junio del año pasado.
Los pandilleros supuestamente negociaron reducir los homicidios a cambio de conseguir desde pequeños beneficios como poder comprar pizzas o golosinas en las prisiones hasta lograr que los funcionarios cambiaran de celda a los presos.
Siempre según el reportaje de investigación, los funcionarios habrían ofrecido a los cabecillas mayores beneficios si el partido de Bukele obtiene un buen resultado en las elecciones legislativas de febrero de 2021, en las que se elegirán a los 84 diputados que forman la Asamblea Legislativa.
La sorna de Bukele
Bukele reaccionó con sorna al artículo de «El Faro». En una publicación en la red social Twitter, el presidente dijo que es una de las notas «más ridículas» que ha visto y adjuntó fotos de pandilleros encarcelados. «Alguien les está pasando información falsa», añadió.
En una entrevista con ABC en junio de 2019, cuando según el reportaje se iniciaron las negociaciones, Bukele dijo que su administración no negociaría con las pandillas. «Yo no negocio con las maras, lidio con las comunidades donde viven sus familias», afirmó.
«Los pandilleros no son niños, son terroristas», dijo Rogelio Rivas, el ministro de Justicia y Seguridad Pública de El Salvador, el pasado mayo en otra entrevista con ABC.
abc.es