Desde hace tiempo ya estos países latinoamericanos vienen conversando para lograr acuerdos de negocios que beneficien a ambas naciones. La primera demostración de estos posibles movimientos financieros se registró el pasado 29 de agosto en la Bolsa de Comercio. En ese ambiente, la Unión Industrial Argentina (UIA) -junto con Techint- organizó una jornada sobre el impacto de China en América latina. Había invitados mexicanos y también ejecutivos de la poderosa Confederación Nacional de la Industria (CNI) brasileña.
Dailyn Sánchez /El Político
Una vez culminado el encuentro, el presidente de la UIA, Adrián Kaufmann, manifestó su interés por enviarle una carta al presidente argentino Mauricio Macri para alertar a su gobierno sobre las posibles consecuencias de reconocer a China como economía de mercado. El presidente viajaba en esos días al país oriental. En ese mismo momento, de manera coordinada, la CNI enviaba también una carta similar a Michel Temer, mandatario de Brasil.
Entre tantas comunicaciones a distancia, finalmente el pasado jueves se concretó el pacto durante un almuerzo que duró cerca de hora y media en la Casa Rosada, en el que asistieron algunos dirigente de la UIA (Kaufmann, Luis Betnaza -Techint-, Cristiano Rattazzi -FCA- y Diego Coatz -UIA-, entre otros) para recibir a Robson Braga de Andrade, presidente de la CNI, junto a una veintena de las más importantes empresas brasileñas y conformar el Consejo Empresarial Argentina-Brasil (Cembrar).
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Esta entidad busca estimular inversiones, monitorear las relaciones comerciales y fortalecer la integración entre los países. En la trastienda sobrevuelan preocupaciones comunes: gobiernos ambivalentes ante las relaciones con China (por la necesidad de recuperar el crecimiento y lograr inversiones rápidamente) y, por otro lado, la esencia actual del vínculo entre ambos países: la sobreoferta industrial brasileña en medio de la crisis y el temor importador entre los industriales argentinos.
Los hombres de negocios manifestaron en la reunión que "hay una agenda conjunta para fomentar las inversiones, terminar con la doble imposición tributaria, lograr mayores créditos fiscales y nuevos acuerdos para las compras gubernamentales", indicó un hombre de la Cancillería local.
"Esto busca mantener un diálogo empresario fluido entre los dos países", dijo Kaufmann a La Nación, y recordó que Brasil ya tiene este tipo de consejos con Alemania, Japón y los países que conforman los Brics.
Por la tarde, la UIA distribuyó "la declaración conjunta para la constitución del Cembrar". Entre sus objetivos aparecen: intercambiar informaciones sobre políticas industriales y comerciales; identificar oportunidades de comercio; inversiones e innovación; articular la defensa de intereses del sector empresarial argentino y brasileño; formular sugerencias respecto de la agenda y los trabajos de los mecanismos gubernamentales de diálogo entre la Argentina y Brasil; presentar recomendaciones conjuntas a los gobiernos argentino y brasileño; actuar conjuntamente en el ámbito del Mercosur para que los intereses empresariales de ambos países sean alcanzados en el contexto interno del bloque y en las relaciones fuera de él.
Con información de La Nación