Mientras Luiz Inácio Lula da Silva se prepara a ser investido como presidente de Brasil el próximo 1º de enero, las manifestaciones y protestas parecen multiplicarse en muchas regiones del país.
El Político
Particularmente alarmantes fueron los incidentes del lunes en la noche, cuando decenas de personas salieron a las calles de la capital Brasilia en protesta por el arresto de un pastor evangélico bolsonarista que se presenta como líder indígena. Incendiaron vehículos y atacaron una comisaría de la Policía Federal y sembraron el terror durante unas dos horas.
Los incidentes ocurrieron en una zona vecina al sitio en que Lula se hospeda en Brasilia. Lo cual elevó aún más la tensión, aunque el presidente electo no se encontraba en el hotel en ese momento.
La Policía Civil del Distrito Federal de Brasilia informó que reforzaron la seguridad en el Sector Hotelero Norte, donde se hospeda Lula, en previsión de que puedan ocurrir nuevas protestas en los próximos días.
Por qué es importante
A raíz de los disturbios, se reforzó también la seguridad en la Explanada de los Ministerios, una neurálgica avenida de la capital que concentra todos los edificios del poder público a largo de dos kilómetros y en la que se celebrará la ceremonia de investidura el próximo 1 de enero.
Además de autoridades extranjeras, para la toma de posesión de Lula se calcula que unas 300.000 personas colmarán esa avenida, que será escenario de una gran fiesta con una veintena de artistas populares.
#Brasil // Continúan protestas por el resultado de las elecciones.
Según información oficial los actos de vandalismo por parte de simpatizantes de #Bolsonaro, dejaron 8 vehículos y 5 autobuses quemados y una persona necesitó asistencia médica tras inhalar gases lacrimógenos. pic.twitter.com/BfyD0BQLk4
— El Clarín (@SVElClarin) December 13, 2022
Lo que se dice
El presidente de la Cámara de Diputados, Arthur Lira, reconocido aliado de Bolsonaro, expresó su preocupación por la seguridad en Brasilia. Al tiempo que condenó la «violencia» de las protestas.
Los incidentes también fueron condenados por Gleisi Hoffman, la presidenta del Partido de los Trabajadores (PT), quien afirmó que Bolsonaro es "cómplice" de los "golpistas", a los que ha recibido a las puertas de su residencia oficial en los últimos días.
Hoffmann reforzó la sospecha de que los promotores del vandalismo forman parte de las miles de personas que, desde el día después de las elecciones, acampan frente al Cuartel General del Ejército en Brasilia para exigir un golpe militar que mantenga a Bolsonaro en el poder e impida la toma de posesión de Lula.
«¿Cómo puede el presidente de la República abrigar a los implicados?», preguntó la presidenta del PT, en alusión a los grupos que demandan una «intervención militar» frente al resultado de unos comicios que el propio Bolsonaro aún no ha reconocido públicamente
Lo que dijo Lula
Lula, se abstuvo de comentar las protestas, aunque en un acto de su equipo de transición subrayó que Bolsonaro «sigue incentivando a los fascistas que están en la calle».
«Sigue el rito que todos los fascistas siguen en el mundo y que son parte de una organización de extrema derecha que existe también en Alemania, España, Francia, Estados Unidos, Hungría y hasta en nuestra querida Argentina», afirmó.
#14Dic #Brasil #Protestas
Presidente electo #LuladaSilva lanzó acusaciones contra Bolsonaro un día después de que los seguidores del mandatario saliente ocasionaran graves disturbios e intentaran invadir la sede de la #Policía en #Brasilia – @dw_espanol pic.twitter.com/smLSD7q3yV— Reporte Ya (@ReporteYa) December 14, 2022
Entrelíneas: el silencio de Bolsonaro
Bolsonaro aún no se ha pronunciado sobre el asunto y mantuvo el casi absoluto mutismo en que se ha sumido desde que perdió las elecciones. Pese a la gravedad de los incidentes, inéditos en medio de un proceso de transición en Brasil.
Mientras en las redes sociales de los partidarios de Bolsonaro hubo quienes atribuyeron la responsabilidad de los disturbios a supuestos "infiltrados de izquierda", que pretenden "ensuciar la imagen" de los "patriotas que resisten al comunismo".
En conclusión
Brasil, como Perú desde hace dos semanas, vive momentos muy delicados.
Fuente: Agencias