Brasil se enfrenta a un nuevo problema en la campaña electoral, asociado a una violencia armada que se podría desatar.
Gustavo Márquez / El Político
El tema del libre tránsito, porte y uso de armas, no solo es motivo de preocupación en Estados Unidos. Abajo en Suramérica, Brasil se está convirtiendo en una nación con una ciudadanía armada. Gracias a las políticas desplegadas desde 2019 por su presidente, Jair Bolsonaro, con infinidad de decretos que le dieron luz verde a la población, para adquirir armas.
Una vez que el ultraderechista Jair Bolsonaro asumió las riendas del poder en Brasil, comenzó a dispararse la estadística de ciudadanos armados. Precisamente porque los decretos presidenciales permitieron a muchas personas registrarse como tiradores deportivos, coleccionistas de armas o cazadores.
Esas estadísticas se han disparado en un 474 por ciento en cuatro años. Esto según datos obtenidos del Ejército, por vía de algunas organizaciones no gubernamentales. Las cifras de armas registradas hasta junio de este año hablan de unas 674 mil armas, en un universo de casi 214 millones de habitantes. Que parecería un porcentaje muy bajo, comparativamente hablando. Pero existen más.
?? El presidente de #Brasil, @jairbolsonaro, firmó un decreto que flexibiliza la venta de #armas a civiles, como "el pueblo lo decidió" y él prometió en su campaña electoral: https://t.co/koOx3J8cft [rml]
— DW Español (@dw_espanol) January 15, 2019
Son muchas armas con y sin control
En efecto, especialistas indican que el número de personas armadas supera los 4 millones de ciudadanos. Pues hay que incluir las armas no declaradas.
De allí que los expertos han indicado que, al no tener datos centralizados, calcular con precisión el número de armas en poder la la ciudadanía es prácticamente imposible.
Una situación que inquieta mucho, debido al problema de inseguridad pública que representa. Así como el hecho de que Brasil posee unos altos índices de violencia.
Alarma noticia en Brasil.
Se libera venta de armas a policias (SR) por decreto.
El.siguien paso seria abrirla a la poblacion civil ante incontrolable crecimiento de la crisis.
BOLSONARO YA TEME UN ESTALLIDO SOCIAL.
Turbulencia vecina peligrosa, con riesgo de contagio… pic.twitter.com/h2WyItmr97— Chiqui Avalos ?? (@chiqui_avalos) July 28, 2020
Tiempos de euforia electoral
El incremento en la compras de armas, por parte de la ciudadanía ha encendido las alarmas. Pues precisamente ahora Brasil vive una campaña por la presidencia de la república que concluye en octubre, donde los ánimos están muy a for de piel, y las pasiones que se desatan al calor de la contienda electoral, bien podrían encender la mecha de la violencia armada, pero desde el sector civil.
La polarización entre el actual presidente en ejercicio, el ultraderechista Jair Bolsonaro, y su más fuerte oponente, el izquierdista, Luiz Inácio Lula da Silva, es muy intensa. Al punto que las autoridades han tenido que suspender los permisos para la compra de armas. Pues lo que está a la vuelta de la esquina, en un ambiente electoral con una ciudadanía armada, es la violencia política extrema.
Para colmo, el propio Bolsonaro, ex militar y amigo de las armas, ha dicho de manera reiterada que: "un pueblo armado jamás será esclavizado". Y precisamente durante su gobierno ha emitido unos 40 decretos, así como normativas, para facilitar la compra de armas, por parte de la población civil.
Recta final entre Jair Bolsonaro y Luiz Inácio Lula da Silva de cara a las elecciones presidenciales en Brasilhttps://t.co/Kx9cprwlWi
— NTN24 (@NTN24) September 26, 2022
En resumen
Se podría decir que no existe casi motivos para criticar a los coleccionistas de armas. Pero en el caso de los cazadores y los tiradores deportivos el asunto es más complejo. Pues se sabe que estas disciplinas estimulan la agresividad en las personas, según han asegurado investigadores del tema armas.
En ese sentido, psicólogos han demostrado que la sola presencia de un arma puede elevar los pensamientos agresivos, no solo en quienes las utilizan, sino también en los espectadores. Esto al margen de la sensación de poder, control y superioridad, que generan entre sus dueños. Como el caso de las figuras de autoridad que están armadas, como policías y miembros de cuerpos de seguridad.
Esperemos que la campaña electoral en Brasil no alimente pasiones más allá del calor electoral. Que la ciudadanía pueda ejercer su derecho al voto, a elegir en sana paz su destino. Afortunadamente, se sabe que no es posible entrar a un centro de votación con armamento. Sin embargo eso no es garantía de que a algún fanático armado se le escape un tiro, en el momento más candente de la contienda electoral, cuando se divulguen los resultados, y esto detone un efecto dominó.