La Fiscalía brasileña pidió una multa de 322,58 millones de reales (unos 100 millones de dólares) para Petrobras y su subsidiaria Transpetro por la fuga en 2004 de 266.000 litros de gasolina en el Parque Estatal de Serra do Mar, en el estado de Sao Paulo (sureste), confirmaron hoy fuentes oficiales.
La acción civil pide a la petrolera estatal y a su filial el pago de la multa "por los daños irrecuperables en todo el ecosistema" afectado, además de presentar, en un plazo de 30 días, "un proyecto final y completo de reparación" que alcance todas las áreas que todavía no fueron restauradas desde el accidente.
La Fiscalía también demanda que Transpetro revalúe y reestructure sus acciones de "prevención contra accidentes ambientales" e instale, "individualmente o en conjunto con Petrobras", un Centro de Defensa Ambiental en la región afectada en un plazo de 180 días.
El suceso ocurrió en febrero de 2004, cuando se registró una fuga en el oleoducto que une la Terminal de Sao Sebastiao con la refinería Presidente Bernardes, en el estado de Sao Paulo, producida por una fisura en un trecho enterrado a un metro y medio de profundidad.
Los miles de litros de gasolina se filtraron a un acuífero que comunicaba con el río Guaecá, cuyo cauce fue contaminado a lo largo de siete kilómetros hasta su desembocadura, localizada en una playa, que también fue alcanzada en toda su extensión, de dos kilómetros, y cerrada en plena temporada alta.