Tras la zozobra generada por el presidente electo, Luiz Inácio Lula da Silva, sobre la política fiscal del próximo Gobierno, la Bolsa de Sao Paulo se desplomó este jueves un 3,35 % y su índice Ibovespa se situó en los 109.775 puntos.
El Político
Entre otras cosas dijo que muchos gastos considerados como gubernamentales deberían verse como inversiones, al tiempo que insistió en que garantizaría una política fiscal responsable, reportó Ambito.
¿Por qué es importante?
Como era de esperarse, el mercado reaccionó a las declaraciones del presidente electo quien también dijo que las empresas estatales ahora serían "respetadas", en un intento por contrastar con las políticas privatizadoras del presidente saliente, Jair Bolsonaro.
En el mercado de cambio, el dólar se disparó un 4,10 % y era vendido a 5,393 reales para la compra y 5,394 reales para la venta en el tipo de cambio comercial.
"¿Por qué se hace sufrir a la gente por garantizar tal estabilidad fiscal en este país? ¿Por qué la gente dice todo el tiempo que es necesario recortar el gasto, crear superávit, que se necesitan topes de gasto?", cuestionó.
Pero a pesar de las críticas a los mecanismos de control del gasto, Lula afirmó que pretende llevar una "política fiscal seria".
La estatal Petrobras no se repartiría, dijo Lula, mientras que los prestamistas estatales Banco do Brasil y Caixa Economica Federal no serán privatizados.
Entre líneas
"Nunca vi un mercado tan sensible como ahora. Es gracioso que ese mercado nunca estuvo nervioso en cuatro años de Bolsonaro", se quejó Lula esta tarde en Brasilia.
"Hay una expectativa de que la situación fiscal empeorará y que no habrá un control del gasto en el largo plazo", explicó Paula Magalhaes, economista jefe de la consultora AC Pastore y Asociados.
Y añadió: "Aunque ya se contaba con un incremento del gasto desde que Lula fue elegido, se creía que después se recuperaría una regla de control fiscal".
Según Magalhaes, un aumento del gasto público ya elevado incrementaría la deuda y empujaría la inflación.
Los precios al consumo volvieron a subir en octubre en Brasil en la medición mes a mes, luego de retroceder tres meses seguidos.
¿Qué se puede esperar?
Étore Sánchez, economista jefe de Ativa Investimentos, comentó que el mercado tiende a reaccionar cuando los discursos de los funcionarios del gobierno transmiten el mensaje de que es necesario gastar más allá del límite para satisfacer las demandas sociales.
“Hoy tuvimos un fuerte detonante con el discurso de Lula, trayendo una relación dicotómica entre responsabilidad fiscal y gasto social”, dijo Sánchez. “El mercado o los que predican la responsabilidad fiscal no están en contra de la asistencia social”.
Otra noticia empeoró aún más el ánimo en el mercado este jueves: Guido Mantega, ministro de Economía en los gobiernos de Lula y de Dilma Rousseff, integrará el equipo de transición, anunció el vicepresidente electo, Geraldo Alckmin.
"Mantega simboliza un periodo de descontrol fiscal, durante el gobierno de Dilma, con déficits y crecimiento de deuda", explicó Magalhaes.
A pesar de la relajación de la inflación en términos interanuales (6,47 %), en octubre los precios se elevaron un 0,59 % con respecto al mes anterior, interrumpiendo una racha de tres meses a la baja, de acuerdo con los datos divulgados por el Gobierno.
En medio de ese escenario, las acciones de las estatales cerraron con pérdidas generalizadas, entre ellas las preferenciales de la petrolera Petrobras, que bajaron un X y fueron las más negociadas por los inversores.
Las pérdidas, sin embargo, estuvieron encabezadas por las acciones preferenciales de la aerolínea Azul (-17,83 %).
Durante la jornada se negociaron 55.191 millones de reales (unos 10.231 millones de dólares), un volumen diario superior al habitual por el vencimiento de contratos de opciones sobre acciones y producto de casi 7,5 millones de transacciones financieras