Los abogados del convicto Marcelo Odebrecht –expresidente del grupo Odebrecht– consiguieron que su cliente cumpliera una pena mínima a cambio de su plena cooperación para delatar a todos los que recibieron sobornos, incluyendo políticos brasileños y extranjeros.
Calificada por medios cariocas como “la confesión del fin del mundo”, a cambio de ella, el otrora empresario más influyente de Brasil consiguió que su régimen carcelario se extienda solo hasta diciembre de 2017, cuando entonces pasará a arresto domiciliario, donde cumplirá el resto de la pena, reducida a 10 años, en vez de 19 años de condena por corrupción y lavado de activos.
Junto con Odebrecht, los fiscales brasileños firmaron recientemente acuerdos de delación premiada con, al menos, otros 50 ejecutivos del conglomerado empresarial, lo que permitirá abrir nuevas líneas de investigación en la operación Lava Jato.
Las confesiones de Odebrecht y el resto de los ejecutivos de la empresa pueden cambiar para siempre las reglas del juego político y económico en Brasil, donde de senadores para abajo enfrentan procesos judiciales vinculados a esta megaoperación.
Incluso, sus declaraciones pueden desencadenar un terremoto político fuera de las fronteras de Brasil. El diario brasileño O’Globo, por ejemplo, señaló en julio pasado que entre los políticos que serán delatados está el expresidente Ricardo Martinelli. “También será detallada […] una situación en la que un soborno fue negociado directamente con Ricardo Martinelli”, señaló el diario, citando a Odebrecht.
Los términos de la delación premiada pactada por los abogados de Marcelo Odebrecht, que actualmente cumple condena en la prisión de la Policía Federal en Curitiba (Brasil), y el Ministerio Público de Brasil, van poco a poco revelándose.
Según el diario Folha de S. Paulo, la resolución del acuerdo legal –que prevé una confesión a cambio de ventajas judiciales– establece que el heredero de la mayor constructora de Brasil permanezca encarcelado hasta diciembre de 2017.
Los representantes legales del empresario acordaron con el Ministerio Público que la pena total sea de 10 años, pero solo 2 años y medio sometido al régimen penitenciario.
Marcelo Odebrecht fue condenado por la justicia de Brasil a 19 años de cárcel por corrupción y lavado de activos, y lleva en la cárcel desde junio del año pasado. Ese periodo privado de libertad, que suma un año y cuatro meses, será descontado a la pena final. Según el diario brasileño, a partir de diciembre de 2017, Odebrecht cumpliría la condena en régimen de arresto domiciliario.
Así, pues, los abogados del jefe supremo de la empresa brasileña –que según los investigadores tenía un departamento exclusivamente dedicado a pagar coimas para conseguir ventajas en los negocios que mantiene en más de 20 países (entre ellos Panamá)– consiguieron una reducción de la pena.
Las revelaciones de Odebrecht son clave para el desarrollo de la operación Lava Jato. Folha de S. Paulo llegó a calificar las posibles revelaciones del empresario como “la confesión del fin del mundo” porque pueden cambiar para siempre las reglas del juego político y económico en Brasil, incluso pueden desencadenar un terremoto con consecuencias políticas y legales más allá de las fronteras del país sudamericano.
En este sentido, el diario brasileño O’Globo señaló en un reporte de julio de este año que entre los políticos que serán delatados por Odebrecht se encuentra el expresidente Ricardo Martinelli.
“También será detallada en la siguiente fase de delaciones una situación en donde un soborno fue negociado directamente con Ricardo Martinelli, expresidente de Panamá, en donde Odebrecht cuenta con obras como el Metro y una hidroeléctrica”, reseñó entonces el artículo.
Las pesquisas del Ministerio Público de Suiza apuntan a que Odebrecht habría usado, al menos, $211.6 millones –depositados en cuentas bancarias secretas vinculadas a empresas fantasmas con sede en Suiza– para pagar coimas, tanto a exdirectivos de Petrobras, como a políticos locales y extranjeros.
Según el diario brasileño Estadão, de esos recursos ilícitos también se habrían beneficiado altos ejecutivos de Odebrecht. Los documentos judiciales del Tribunal Federal de Suiza evidencian sospechas de que esos pagos fueran sobornos y de que se habría utilizado el sistema financiero de ese país para ocultarlos.
La fiscalía del país helvético dijo además que para justificar los pagos de dinero realizados entre 2008 y 2014 en esas cuentas bancarias en Suiza se crearon contratos puramente ficticios.
Odebrecht está bajo investigación en Suiza “por supuestos pagos de coimas para influenciar a políticos y ejecutivos de empresas estatales para garantizar proyectos en su beneficio”.
Las investigaciones se centran en los destinatarios de los recursos ilícitos, por la sospecha de que se cometieron delitos de corrupción activa y lavado de dinero.
Suiza solicitó colaboración a Panamá, “con el fin de ejercer un canal de mutuo intercambio de información en este caso”, confirmaron a este periódico fuentes del caso.
En esa rogatoria remitida a las autoridades judiciales panameñas, los fiscales suizos requirieron informaciones sobre posibles casos de soborno en los que se hubieran visto involucrados el expresidente Martinelli y sus dos hijos: Luis Enrique y Ricardo Alberto Martinelli Linares.
Recientemente, la Corte Federal de Lausana (Suiza) desestimó el último recurso legal interpuesto por los abogados de Odebrecht para tratar de impedir que Suiza enviara documentación financiera a las autoridades brasileñas.
Esto provocó que Suiza remitiera unas 2 mil páginas de documentos bancarios, como extractos, órdenes de pago y datos sobre beneficiarios de cuentas que envuelven a empresas del conglomerado brasileño.
Con información de La Prensa